Jugando a papás

Película filmada en pleno auge de la apertura´de la sociedad y del cine español así que cuando el guión lo exigía había que desnudarse a toda velocidad.
Y el director es de los que se apuntaron a la moda.
El argumento resulta interesante y, aunque su desarrollo muestra cierta atonía de ritmo, la historia consigue despertar interés gracias a un sentido del humor picante en el contexto de una situación fundamentalmente dramática.
Las interpretaciones de J.L. López Vázquez y de A. Soler Leal dan credibilidad a una trama cuyos vericuetos ofrecen momentos hilarantes.

Mal que pese, hubo una época en que espléndidos intérpretes como José Luis López Vázquez y Amparo Soler Real, se veían abocados a participar en proyectos como el que ahora nos ocupa. Sin duda, España tenía que haber salido antes de la censura que nos dio décadas de retraso (asombra lo que hubieran podido hacer los Berlanga, Buñuel y Bardem de turno de haber tenido la oportunidad de una coyuntura como la italiana), pero no lo hizo y, cuando se produjo, llegó a destiempo y tan destapada, que se acabó resfriando.

"Jugando a papás" es una historia sin mucho sentido y donde Coll Espona infla al bueno de "El Morito" a estar de arriba a abajo con Isabel Mestres o su propia señora, mientras que Alfonso Zambrano interpreta a un malote que se mueve en las idefiniciones mientras juega con frutos secos al póker.

Honestamente, más divertida puede resultar una "Es peligroso casarse a los 60" que este producto que incluye uno de los peores secuestros jamás filmados.

Era lo que tocaba, aunque habrían de venir tiempos mejores...

Tan mala que ni José Luis López Vázquez luce un poco, acompañado por la siempre mediocre Amparo Soler Leal. Sin embargo es una película que ilustra el actual debate sobre la gestación subrogada, y que fue pionera en el tratamiento de esta cuestión.