Hace un millón de años

La oscuridad de épocas muy remotas se asoma al celuloide en una producción de 1940 para mostrar al público esas escenas cotidianas de la antigüedad que siempre han resultado atractivas para el mundo del cine.
Su planteamiento es original pero la acción se desarrolla con lentitud y a día de hoy apenas despierta interés y mucho menos el entusiasmo que pudo haber provocado en tiempo de su estreno ya que tanto el argumento como la propuesta cinematográfica resultan ingenuos.
Ofrece algunos lances perspicaces y de cierta novedad como los efectos especiales casi al final del metraje.
Un jovencito y apolíneo V. Mature, tan sonriente como siempre, protagoniza la peripecia y se encuentra muy bien secundado por C. Landis.

La Hammer Films realizaría en los años 60 el conocido 'remake' de esta misma película del que se extrajo el póster de Raquel Welch ligerita de ropa que tantas veces hemos visto. Esta primera versión la firmó finalmente Hal Roach, el productor habitual de Stan Laurel y Olver Hardy, pero el rodaje lo inició David W. Grifith, que se bajaría del tren a mitad de trayecto por sus desacuerdos con el productor. Al parecer, quería un desarrollo más individualizado de los personajes.

En todo caso, la película tal vez tenga como virtud que, pese a sus muchos defectos, no busca solo el el espectáculo. Y eso que los efectos especiales son muy buenos para la época y fueron muy alabados por la crítica.

Y es que más allá de la sinopsis, el tema central de la peli es el paso del estado de barbarie al de civilización y en qué consiste esto último. Y el de cómo pasar del mayor egotismo y del más descarnado "homo homnis lupus" a la cooperación y la solidaridad, algo que se nos presenta mediante la contraposición entre el muy diferente grado de desarrollo de las dos tribus, pero también a través de la evolución del protagonista (Víctor Mature) y del grupo más atrasado, tras tomar contacto con el más refinado.

Tiene desde ese punto de vista la cinta mucho de bienintencionada clase de antropología, y no en vano no cuenta con más dialogo que el que se deriva del rudimentario y aún embrionario lenguaje a base de gestos y toscos sonidos mediante el que se comunican los trogloditas. Lo que nos conduce a una vieja pregunta: ¿es posible el pensamiento y el sentimiento sin lenguaje? ¿Se puede ser consciente de que se siente algo si ese algo no se puede nombrar?

Son refexiones que a uno le vienen a la cabeza al contemplar en esta peli a Victor Mature, tan inexpresivo y tan mal actor como seguiría siéndolo durante varias décadas tras este su primer rol protagónico. Porque, desde luego, es muy difícil siempre saber qué es lo que le pasa por la cabeza a un personaje interpretado por Mature, si es que le pasa por la cabeza alguna vez algo. Y, paradójicamente, su inexpresividad e impericia interpretativas se convierten aquí en un buen aliado de esa lectura conceptual del filme.

Porque imagínense lo bien que le queda a un personaje que aprende a reírse (algo que pasa en la peli aprende en la peli) ser interpretado por alguien que como Mature, en pantalla nunca supo reírse. Vamos, que la risa le va a quedar fenomenalomo, no sé si me explico...

Acompañan al estoico Mature en esta peripecia antropológica la malograda Carole Landis, como el 'pygmalion' femenino que lo educa y enseña a sentir y a comportarse, y el sempiterno Lon Chaney Jr, una vez más condenado a ser un "hombre lobo", no solo por su barba troglodítica, sino por encarnar al jefe del clan en que el hombre seguía siendo un lobo para el hombre.

Lo de Lon Chaney Jr es que no tuvo nunca remedio...

Entretenido y muy curioso, para la época, este film supuso un camino a seguir en el cine del género fantástico prehistórico, siendo retomado en sus distintas variantes durante toda la historia del cine con mayor o menor fortuna. La mejor, y más recordada de todas al menos, es por supuesto la que protagonizó la bellísima Raquel Welch.
Esta cinta de 1940 está francamente bien, conservándose bastante lozana en cuanto a frescura narrativa y aspectos como efectos especiales, que fueron nominados al Óscar aquél año. Hombre, por supuesto, con el paso de los años los efectos se han superado técnicamente, pero en esta ocasión quedan bien y ayudan a mantener el entretenimiento durante todo el metraje.
Tiene momentos divertidos, sobre todo por la evolución del protagonista, un hombre prehistórico pero troglodita en cuanto a educación y respeto para con sus semejantes, en contraposición con la otra tribu, solidaria y cariñosa para con los suyos.
Buena fotografía en blanco y negro y magnífica banda sonora de Werner R. Heymann, también nominada al Óscar.
La pareja Víctor Mature (no recuerdo verle tan joven en una peli)-Carole Landis, esta simpatiquísima, tiene mucha química. Lástima de la infeliz vida que tuvo la pobre Carole, que se suicidó con tan sólo 29 años (aquí tenía 21).
Una película bonita, muy amena, que hay que verla con cierta complacencia, teniendo en cuenta los años transcurridos.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Hay que valorarla con la perspectiva de ser una película del año 40, que casi estaba más cerca del cine mudo, que ya de un cine muy avanzado en aquellos años en la mayoría de filmes.

La historia casi da un poco de risa, las interpretaciones son muy flojas, en especial la de un Víctor Mature, que igual te da que esté en una peli de la Antigua Roma que en esta de lo que se suponen eran seres primitivos. Y aquí es donde pongo ya el acento. Pese a esa antigüedad a la que me refería, todo lo que rodea al vestuario, peinado y maquillaje de los actores deja mucho que desear. Sobre todo, las mujeres, bien acicalas, con la manicura hecha, con peinados bastante modernos para la época, y bien rasuradas.

La verdad es que llama poderosamente la atención. Destaco, en todo caso, el último tramo de pelicula, con esos efectos especiales, medianamente logrados en los desprendimientos, y también, dentro de la mediocridad escenográfica, a los grandes animales, supongo que eso es lo que le dio a esta peli la nominación de un Oscar por esos efectos especiales, también por la mejor banda sonora original.

No alcanzó ninguna de las dos estatuillas, pero estuvo entre los nominados. No le puedo dar más de un 3 porque las ¾ partes primeras me han parecido muy flojas.