Mi piel, luminosa

Mi piel, Luminosa es uno de los relatos más impactantes que he podido ver de este festival. Lo que parecía que sería "un documental más", terminó siendo una historia sacada de un sueño (tal como lo aclaran en el film). Un chico de una primaria en México ha sido puesto en cuarentena porque está perdiendo la pigmentación de su piel.

Si bien el documental-ficción dura poco, considero que tiene la duración perfecta para mostrar lo impactante y crudo de esta historia tan curiosa. Ciertos planos, ciertas secuencias y algunos silencios utilizados en el mediometraje terminan compactándose en unas escenas muy bien logradas para enganchar al espectador de principio a fin.

Pero no todo es algo malo, sino que también hay esperanza. La película de Pereda y Rodríguez logra una correcta transición del ocaso y oscuridad de el pequeño niño protagonista a una luz de esperanza que se logra completamente en el desenlace del mismo.

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No responde a las expectativas de la sipnosis. En muchas escenas no se entiende el castellano y el sonido además es bastante malo. Demasiadas escenas cotidianas y rutinarias del colegio que no aportan nada. Se echa de menos una voz en off que explique algo porque así en bruto el documental carece de interés y aburre mucho.
Entender de verdad la condición humana de la escuela mejicana implicaría una praxis más profunda hacia la simbiosis con la biosfera. Me dedico a la enseñanza desde hace cuarenta años y encuentro este documental como la mirada de alguien que por primera vez se asoma a un colegio sin una reflexión previa.