Blood on Méliès' Moon

"Blood on Melies´ Moon" supuso el retorno de Luigo Cozzi como director, veinticinco años después de su anterior película. Se trata de una película complicada de entender, y probablemente sea el proyecto más íntimo de Cozzi, un proyecto tan metafísico y tan personal, que el propio Cozzi asume el rol de actor principal. Se trata de un proyecto tan íntimo, que fue rodado con 5000 euros puestos por el propio Cozzi, rodado con la ayuda de muchos amigos como Lamberto Bava o Barbara Magnolfi por poner sólo un par de ejemplos, y en el que Cozzi junta todas sus filias: el amor por el cine y la literatura de ciencia ficción, el empleo de luces estrambóticas, el giallo... todo junto en una misma obra.

¿El objetivo de la película? Por un lado, homenajear y dar a conocer a los creadores de los primeros aparatos de cine, los hermanos Lumiere y a la desconocida figura de Louis Le Prince, que cinco años antes que los Lumiere diseñó el primer sistema para capturar y reproducir imágenes en movimiento, pero desapareció en misteriosas circunstancias justo cuando lo iba a patentar. Y por otro, ofrecer un producto entretenido, pero lleno de referencias al cine fantástico y de terror italiano que únicamente aquellas personas más expertas en el mismo lograrán entender. Es por ello, que "Blood on Melies Moon" no es para todo el mundo, de hecho, está destinada a un sector cinematográfico tan minoritario, que prácticamente nadie la verá en su vida.

Tampoco ayuda su duración, dos horas, la complejidad de su trama y que es una película muy ambiciosa para su escaso presupuesto, difícil de seguir si no se está muy atento pero... con todo, no deja de resultar una obra mágica y fascinante, que atrapará a los amantes del fantástico y del terror italiano. En numerosas ocasiones, me he encontrado pausando la película para ver posters en las paredes o las películas y libros que Cozzi, Bava o Antonio Tentori tenían sobre las mesas de sus hogares, encontrándome sorpresas como fotobustas de "Islando of the Livng Dead" o "Zombies: the beginning", dos de las últimas películas que dirigió Bruno Mattei, o cintas de las cuales no conocía su existencia, como "Virus: Extreme Contamination", película con participación italiana, pero producción kosovar.

El cariño que pone Cozzi en la obra es máximo, incluso consigo mismo, y resultan hasta tiernas muchas escenas, como cuando ve a Stella Star, la protagonista de su película más famosa "Star Crash, choque de galaxias" y la saluda fascinado, como si viese a su ídolo de toda la vida. O como cuando Cozzi se disfraza de monstruo para asustar a su mujer o juega con un dinosaurio de juguete. Son momentos tan tiernos que es imposible no sentir algo. Y es que, aunque sea un homenaje al propio cine italiano de terror (Y podría pasarme horas citando ejemplos), es también un canto a la literatura. "Con un libro se pueden hacer cosas extraordinarias", se dice en un momento dado, y el libro que aparece en la película, que da germen a parte de la historia, se transformará en el cohete de viaje a la luna de "Viaje a la Luna" de Melies, en una clara referencia a que con un libro, puedes hacer volar la imaginación y viajar con ella a cualquier parte.

Esta es mi visión, la de un acérrimo fan y seguidor del cine fantástico y de terror italiano, y reconozco que he disfrutado con "Blood on Melies Moon", pero siendo plenamente consciente de que es un producto minoritario y que, para un espectador normal, puede resultar un tostón y una película de realización amateur, pero para mi es una pequeña joya.