Producto de diseño algo algo artificial por lo compensado de sus ingredientes. Una buena ambientación noir setentera, una buena historia, unos buenos actores que te acaban convenciendo del buen rollo entre ellos (la que más me convenció fue Angourie Rice), algunos gags muy divertidos y gamberros (y otros que creen ser muy graciosos pero que resultan falsos y postizos).

El desarrollo de la película es interesante y te dejas llevar en la investigación de estos dos simpáticos perdedores. Interpretan bien y la producción es muy buena, se nota que hay dinero para invertir.
Buenos efectos, tiroteos ridículos (sobre todo los del final de la película), situaciones que empeoran la credibilidad del film (de nuevo, hacia el final de la película) pero en el cómputo total se te queda la sensación de haber visto algo bueno. Está claro por los chistes autocomplacientes y las situaciones supuestamente graciosas que los productores se creían que el resultado iba a ser de "muy bueno". Lo dejan abierto a una continuación... yo no la veo, sinceramente. El buen sabor de boca no es para tanto.

Da lo que promete, eso está claro. Acción más toda la parafernalia previa a la boda.
Tiene momentos simpáticos y aunque no llegas a reir en ningún momento, sí que te sale la sonrisa en varios de ellos.
Todo el protagonismo es para la pareja. Así que los posibles desarrollos de los secundarios, aquí se cortan de raíz. Los pobres sólo pueden decir dos frases ridículas para confirmar sus clichés de comedia romántica yankee. Las escenas de acción o peleas son simpáticas y entretienen pero te saben a poco, normal; aquí no van a poder lucirse los extras.

Lo mejor ver a uno de los tíos más molones del planeta, Lenny Kravitz, que tiene un papel tan molón como él y unas frases mucho mejores que las de todos los demás.

Es la típica película que puedes ver en el AVE o en el avión y te entretiene. Pero si compite con otro entretenimiento lleva las de perder.

Da gusto encontrarse con una serie original, divertida, entretenida, inteligente en su desarrollo y en su guión, espectacular y con acción. Han acertado de pleno.

Es verdad que en la producción no han reparado en gastos, es muy buena, cuidada, elegante. Los actores están muy bien (sobre todo Goggins y Moten) y los secundarios son originales, tronchantes y carismáticos. Te lo pasas bien siguiendo a los tres protagonistas mientras exploran el yermo. El guión es excelente y dosifican muy bien las sorpresas, la acción, la intriga y las subhistorias personales de los protagonistas. Elegantes y con buen gusto.

La dirección es buena y todos los episodios tienen bastante peso por sí solos y enganchan. Tal vez el peor de todos fue el último... El montaje también es bueno.

Una grata sorpresa. Después del truño de Los Anillos del Poder han sabido remontar y aprender de sus errores y ahora sí que han rentabilizado la inversión. ¡Un producto excelente! Por calidad y por entretenimiento.

Psst, psst, señores de Amazon, les doy un consejo gratis: olviden Los anillos del poder; esa serie está muerta.
Lo que tienen que hacer es crear otra que se llame El Silmarillion. Cójanse el libro, léanselo y procuren no cambiar ni una coma. ¡El éxito va a ser apoteósico! Ya han visto con Fallout lo que hay que hacer, pues...¡a por ello!
Ah, bueno, sí, bah...de nada. Lo hago muy a gusto.

Hay películas que envejecen bien y otras fatal. Esta es de las segundas.

Reconozco que en los 60 puede que hubiera sido lo más, pero ahora es lo menos. Su único punto fuerte son los efectos especiales hechos con maquetas. Increíble la calidad y el derroche de minuciosidad y profesionalidad con que se hicieron. Todo un alarde de artesanía y buen gusto.
Pero, ¿qué ocurre 60 años después? Con los efectos actuales, esto se queda en curiosidad para frikis del cine y de los efectos especiales. No impresiona, aunque valores el buen gusto de las producciones: espectaculares y muy dignas explosiones, escenas de "acción" aceptables y un estupendo espectáculo en "La estrella titilante" - lo mejor del film-.

Es un episodio de la serie estirado estúpidamente hasta los 90 minutos. Historia sosa, tomas insoportablemente largas para llenar los 90 minutos como sea y para presumir del nivel de realismo en los efectos (especialmente al despegar la nave y en los críticos minutos del desenlace). Lo más simpático - aunque también lo que menos tiene que ver con la historia- son los minutos musicales en "La estrella titilante". Se pueden recortar minutos de todas partes, pero entonces ¡nos quedamos sin película!
Se nota el sabor imitando las películas Bond - en aquel momento, lo petaban- y la elegancia que transmite.

Sólo para curiosos de los efectos especiales.

Una gran idea y una potente presentación de la situación son las mejores bazas de esta película.

La atmósfera está muy lograda, sobre todo en los primeros minutos. Además el jugar con situaciones modernas como el uso de Airbnb, la situación apocalíptica de Detroit o la precariedad para encontrar vivienda hacen que te impliques más.

Cuando más oscura empieza a ponerse la película y parece que el terror va a ir in crescendo, la película abandona la inteligencia y el talento para sumirse en el gore y en el rollo pseudo-zombie. La presentación de otro personaje, interpretado por el insufrible Long (me temo que se interpreta a sí mismo) con su cháchara, prepotencia y miserias, le da unos toques de humor. Ahora ya están todos los tópicos del cine zombie, hasta en el lamentable final: sigue los clichés del género zombie y se olvida del todo del pedazo de película que había arrancado hace 90 minutos. (Ver spoiler)

Situaciones inconexas e inexplicables (algunas de importancia para darle algo de verosimilitud a la historia), se salta las leyes de la física, de la biología y del sentido común. (Ver spoiler)

Aún así, es una película que se deja ver con gusto. El 80% de ese gusto, son los primeros 10 minutos del film. Muy buenos.