“Autómata” es una especie de Blade Runner (lo siento, no te librarás de la comparación en la vida) y Yo Robot, todo ello pasado por el turmix del western futurista. La peli falla en muchas cosas (interpretaciones, ritmo, ínfulas filosóficas mezcladas con tiros sin chicha...) pero no deja de ser apreciable una película de muy limitado presupuesto con una estética tan buena (no variada, pero sí buena) y unos fx de gran nivel. Una vez te metes en la historia (que cuesta un rato) se pasa ligera, llega un final correcto sin más y sales del cine. No es una maravilla, pero tampoco es tan mala como se ha ido diciendo.

Hacer algo novedoso en el manido género de las casas encantadas tiene que ser una ardua tarea, cuando no es gente volando arrastrada de los pies ,es gente muerta que no lo sabe, o que si lo sabe, o que habla con muertos o que los muertos le hablan. O peor aún; los espíritus decoradores que cambian los muebles de sitio, o juguetes que cobran vida o posesiones, o…. En fin, que la lista es extensa, tanto que los guionistas y directores encuentran que el único modo de sorprender es jugar con los conocidos clichés y con la inteligencia del espectador que sabe reconocerlos y apreciarlos cuando se juegan bien sus cartas. Y este es el caso de Leigh Whannell y James Wan, guionista y director de Insidious. (que repiten los mismos cargos que tuvieron en SAW, incluso papel secundario para Whannell)

Aunque tiene ciertos matices novedosos, la historia de Insidious es una vieja conocida para todos, con una familia con niños atosigados por presencias que buscan tal o cual objetivo. Puestos a parecerse a algo, los creadores han optado por parecerse a “Poltergeist”, la madre de las películas de casas encantadas, presentando una acomodada familia con niños y uno de ellos con una habilidad especial que interesará a los espectros hasta el punto de “raptarlo”, los padres se pondrán en contacto con una médium extravagante y sus dos ayudantes graciosos y nerds, habrá que entrar en “el otro lado” para recuperar al chiquillo si no quieren perderlo para siempre…. Los parecidos con “Poltergeist” son evidentes, aunque al final se ofrecen un par de giros bien aprovechados y que se agradecen ante tanto cliché.

Lo novedoso del asunto es el enfoque que le da Wan a los sustos, enmarcándolos en situaciones cotidianas, a veces a plena luz del dia, lo que los convierte en más espeluznantes por inesperados, también el hecho de que a las primeras de cambio, la familia decida mudarse, cosa que a los personajes de “haunted house movies” les cuesta idear.
Otro de los descubrimientos de Insidious y quizás gracias a su exiguo presupuesto, es la fisicidad de las apariciones, siendo figuras humanas, presencias de carne y hueso que sorprenden a los protagonistas (como siempre será la mujer la que sufra la mayor parte de apariciones), y el diseño de estas muy kitsch y anacrónico, lo que les da un halo inquietante al que el público de hoy en día, acostumbrado a CGI’s y demás polleces, no está acostumbrado.

Es irónico que siendo la dirección artística una de las mejores bazas de la película, también se convierta en su talón de Aquiles, cuando llegamos al final y (SPOILER!!) entramos en “el otro lado”. Lo que “Poltergeist” evitaba mostrar, aquí se convierte en largo clímax, un tren de la bruja al que se le ven las costuras, artificioso e histriónico lleno de luces y humo, que consigue en cierta forma dinamitar toda la atmósfera conseguida anteriormente. El monstruo final termina por eliminar cualquier atisbo de realidad o cotidianidad siendo un esperpéntico demonio comparado entre los aficionados con Darth Maul, aunque a un servidor le recuerda mas a Liza Minelli preparándose para una actuación en Cirque Du Soleil.

LO MEJOR: Los sustos, pocos pero conseguidos. El ambiente logrado en los primeros dos actos. Las interpretaciones por encima de la media del género.

LO PEOR: El universo plasmado el último acto, demasiado extremo en su ambientación de barraca de feria del terror. El ridículo “final boss”.

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Película indie con mayúsculas. Una historia y premisa interesante. Desarrollo pausado que interioriza toda la acción en el interior del personaje protagonista. Genial interpretación de la protagonista (hermana de las gemelas Olsen WTF!) y momentos de tensión contenida interesantes. Lástima que nunca llega a ninguna parte, no levanta el vuelo y al final te deja con cara de estafado. Aun así merece la pena el visionado.

Otra película de terror found footage y otra película de terror con exorcismos y posesiones. Esto ya da miedo de por sí, y no precisamente del miedo que podemos buscar… Pese al poco interés que puedan suscitar estos contenidos (no por culpa propia, sino por lo trillado de ambos), me propuse a verla ya que tenía un interesante trailer y venía precedida de ciertas buenas críticas.

El Michael King del título es un director de documentales que cuando pierde a su mujer decide hacer un documental protagonizado por el mismo sobre, en principio, las mentiras que esconden las religiones, especialmente la inutilidad de mediums y rituales satánicos.

Y evidentemente al final el señor King acabará creyendo en todo esto ya que sufrirá en sus carnes las evidencias de la existencia de los demonios.

Ya la sinopsis deja entrever que estamos ante un título que recorre los tópicos del género, y esto, si esta llevado con elegancia, buen hacer y algo de originalidad no tiene porque ser malo, pero en “The possession…” no es así, y aunque el arranque está bien llevado, es con los primeros sustos forzados cuando vemos que la película falla. Muchos de los momentos de terror son entendidos aquí como subidones de volumen e “interferencias en las cámaras”, lo cual recuerda, no para bien, a Paranormal Activity.

Otros momentos se acercan mas a lo abiertamente paranormal, con cuerpos que se arrastran o convulsionan (bien) o momentos bastante asquerosos con cortes, sangre y especialmente una acertada escena protagonizada por una aguja y un dedo….

El actor protagonista, que por el tipo de narrativa ocupa la pantalla el 100% del filme, es un actor que aguanta el papel, ofrece una buena actuación física (aunque en momentos los fx digitales le ayuden mas mal que bien), pero su psicológica bajada a los infiernos es bastante plana, no transmite mucho dilema, es bastante bidimensional en su interpretación, que tampoco considero que sea mala; sImplemente no brilla.

En general un mediocre direct-to-video film de terror. Algunos sustos, un par de escenas sangrientas, un par de muertes que no sorprenden y la locura de un ateo que es poseído por un demonio cabroncete que usará todos los tópicos habidos y por haber para joderle la existencia.


LO MEJOR: La escena de la aguja y el dedo. Algunos personajes secundarios como el matrimonio satanista/pervertido.

LO PEOR: Sustos a base de subidones de volumen. Bastante previsible y no arriesga. El punto de vista found footage tiene un par de momentos bastante tramposos.

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Puestos a cambiar el más interesante título original “Warm Bodies” (cuerpos calientes), ya podría haber tenido cojones la productora y ponerle “Mi novio es un zombie”, parafraseando a Alaska y tal... Pero no, otro título made in spain para zoquetes.

Ojo con la película porque es menos ácida y paródica de lo que nos han vendido. Al comienzo de su existencia la gente temía un “crepúsculo” con zombies, luego el trailer y ciertas críticas la emparejaban más con “Shaun of the Dead” o “Zombieland”. El resultado final está en medio de estos dos extremos, incluso inclinando ligeramente la balanza en favor de la amada y odiada historia de los vampiros que brillan con el sol.

Warm Bodies empieza con empuje, ofreciendo una visión de un mundo apocalíptico narrado por la voz en off del pálido protagonista, luego chico conoce chica, se come a su novio y empieza la historia de amor, porque Warm Bodies tiene más de romántica que de comedia. Y además de romántica es “buenrollista” hasta la médula, así que avisados están los más cínicos.

Los actores están acertados, incluidos secundarios (¿John Malkovich que haces tu ahí?), la fotografía de Javier Aguirresarobe es bastante notable, aunque la peli coquetea con la estética indie, y la música juega un gran papel, insistente pero acertada.

Las pegas son un guión con algunos agujeracos importantes en el, y una evolución de ciertos aspectos zombies bastante discutible. Pero güeno, que en una peli romántica adolescente entre vivos y muertos tampoco hay que ponerse muy tiquismiquis, o si?