Da igual que la hayas visto o no porque tienes las mismas posibilidades de ir diciendo lo que va a pasar a continuación en cada segundo de la película. Fui a verla al cine. Solo. Estaba en una época de enamoramiento sublime y me apetecía ver una comedia romántica. Llegó un momento de la película en el que pensé: "si ahora pasa tal cosa, me piro".

Un minuto después estaba en la calle tomando uan cervecita fresquita y un montadito de lomo con roquefort. Es increíble lo poco que tardé en olvidar toda la película, su historia, la trama, el reparto... Hay que estar muy aburrido y haberse tomado 7 cafés para verla y no dormirnos.

No le pongo de nota un uno porque esa nota se la he puesto a "Anaconda" y no creo que haya nada tan malo como aquello, que me entraron ganas de denunciar al director.

Para echar un ratillo, pues bueno. Reconozco que en televisión y con la publicidad no he podido y he echado una cabezadita más que considerable. Sin embargo, no he tenido ningún problema para retomar la historia en un minuto. De ahí deducimos lo profundo de su guión y lo elaborado de la trama, que, si lo tiene, se despeja pronto.

Lo mejor, con mucha diferencia, la actuación de Samuel L. Jackson y sus pinceladas de humor a lo largo de la película. Al final hay ocasiones en las que incluso sobra (si te estás muriendo tanto no puedes tener ganas de bromear...)

Si el guionista (lo hubo?) estuviese borracho, las actrices fuesen malas, el director fumase petas durante el rodaje como si le fuera la vida en ello, los ayudantes se pusieran en huelga y sólo trabajasen un coreógrafo, un encargado de vestuario bastante apático y un equipo de limpieza... la película no habría salido peor.

Es un desastre, de esas películas que me quedo a ver sólo porque no creo que se pueda hacer algo tan mal hecho como esto.

Es deplorable ver que estas cosas se ruedan con un presupuesto con el que varias familias de kenia podrían vivir durante todas sus vidas. y es inexplicable qué hace Jon Voight metido en este cúmulo de despropósitos.

Representa todo lo que no quiero que vean, oigan ni sean mis futuras hijas.

La película en sí tiene una trama extremadamente simple y con poco derroche imaginativo. Pero la música, la velocidad y, sobre todo, la plasticidad de los movimientos hace que apetezca verla.

No es una película que te haga pensar pero sí te hará pasar un rato entretenido viendo lo que son capaces de hacer estos chicos de los suburbios. El hecho de que la gente pobre y de barrios marginales tiene impedido el acceso a bienes básicos ante las preferencias de los ricos es algo que podemos descubrir mejor en un millón de películas.

Lo dicho, un entretenimiento con una buena banda sonora y unos saltimbanquis en acción.

Una película estupenda para pasar un buen rato divirtiéndonos al tiempo que apreciamos el trabajo de un buen grupo de actores.

Qué podríamos decir de la obra de la que procede. El genial Oscar Wilde plasmó un enredo de familias, amigos y amores en la Inglaterra de finales del siglo XIX. Una maravilla de la literatura que ahora pasa a ser, en su segunda adaptación al cine, una más que aceptable réplica.

Merece la pena. Es casi una hora y media de disfrute continuado.