23 años después escribes una historia tan metida con calzador, como forzada es la inclusión de unos actores principales cercanos a la artrosis. Los flashbacks nostálgicos salpicando el film, en forma de secuencias de las primeras películas, resultan empalagosos y dejan claro que Lana Wachowski no tenía nada nuevo que ofrecer hoy. La evolución de los personajes no resulta convincente y el planteamiento de la trama carece de solidez, redundando en todo lo que ya sabíamos y agitando en exceso la coctelera para sólo llegar a hastiarnos.

Aunque no muy convencido, viendo el trailer, era mi deber comprar una entrada y juzgar por mi mismo. Pues bien, ya hace 72 horas que vi el film el día de su mismo estreno y no recuerdo, ni quiero recordar nada de lo visto. Vale que yo era más joven, pero en 1999 en una sala de Cartagena (Murcia), quede impactado, alucinado y meses después no podía quitarme la película de la cabeza, las secuencias, los personajes y la historia en si misma. Siempre comparo estas sensaciones como las que tuve al visionar en una sala de cine abarrotada, Terminator 2..pero esto ya es otro tema.

Esta vez la sensación es otra y demasiado parecida a la que tuve al ver la reciente Star Wars. Se trata de remakes encubiertos. Aparentemente van a ofrecer algo nuevo a la generaciones que visionaron las anteriores cintas, sin embargo sólo se alimentan de su sentimiento nostálgico, usando a los mismos actores y una historia semicalcada, con un presupuesto abultado que propicia efectos especiales atractivos para las nuevas generaciones adolescentes. En definitiva dos públicos por el precio de una película. Resultado: taquilla doble por un esfuerzo mínimo.

Así es, una matrix recalentada, aburrida (verídico, casi duermo en las primeras escenas) y únicamente taquillera. "Eh ingenuo! que esto es un negocio " , si, pero las historias cinematográficas han de respetarse y los mitos perdurar.

Te agrada mucho ver una película española tan elaborada, no es sólo el presupuesto, que es alto, eso no hace falta que lo explique nadie, queda patente. Se trata de no haber hecho las cosas a tontas y a locas, si no de haberse documentado, haber investigado, haberse dado una vuelta por allí abajo, por el estrecho, Ceuta, Melilla y el norte de Marruecos, y ver lo que se cuece. Todo esto se ha hecho, de lo contrario no podría haber salido un trabajo muy bueno. Como dice un amigo mío: "se nota que s’an comio el tarro". Eso es de agradecer.

Otros aspectos a analizar serían los referentes al thriller en si mismo. La trama es muy elaborada también, no sé puede decir que el argumento sea simplón. El guión es completo, no se limita a acomodarse en el estupendo presupuesto y en el guapo protagonista.
La cinta entra bien, te seduce y te deja una sensación buena, como la de haber visto buen cine. Porque lo has visto, no te quepa la menor duda. Pero no te la llevas a casa, no te la llevas ni en tu mente ni en tu corazón. No cala. Y no lo hace por varias razones. Pero analizo dos.

El tráfico de drogas en este punto geográfico no es un juego de niños, no es una aventura de fin de semana, no es una excursión con moto de agua y bocadillo envuelto en papel de aluminio. No. Sé de lo que hablo. Crecí en Ceuta. Y aunque el film trata de dejarlo claro en el desenlace, creo que todos los espectadores se llevaran la impresión de que ir a Marruecos y traerte un poco de polen es relativamente fácil e incluso estimulante. Error. Por que para adentrarte en ese mundo debes de ser un auténtico hijo de mala madre y estar dispuesto a derramar sangre todos los días, como hizo ese nene desalmado en el que esta inspirada la película (aunque no se diga).

Luis Tosar, grande, como siempre. Eduard Fernández, en su línea, siempre agradable verle. Sergi López, incomprensiblemente decepcionante. Y Jesús Castro arruina el film. No hay expresión en su cara, da igual cual sea la secuencia, siempre el mismo gesto. Ya quisiera yo sus ojos para el próximo sábado por la noche, pero como actor es lo único que tiene, al menos en esta película. Reconozco que no lo he visto en otros papeles, pero mucho me temo…

Entretenida película de Cruise que sinceramente sería incapaz de ver en una segunda ocasión. Lo cierto es que Tom está muy bien, resuelve el personaje de una forma muy creíble, sobretodo la evolución de éste durante el film.
Cabe destacar el ameno desarrollo de los acontecimientos, pincelados con unos pocos toques de humor y poquísimas concesiones a lo trágico. Lamentablemente se ve demasiado cargada de efectos especiales que alejan al espectador de la película, no siendo ni por asomo una de esas que te clava a la butaca.
Los monstruos recuerdan a los ya vistos en las "alcantarillas" de Matrix y tienes la constante sensación de haber pasado ya por esta experiencia en Atrapado en el tiempo, sólo que el día de la marmota aquí resulta ser más movido y agotador. Si a todo esto le unimos la misión súper original de salvar el mundo, con un aire a lo Starship Troopers, la cinta no deja de ser una más en su género, aunque con un aceptable y simpático resultado, en el que se echa de menos un momento algo más íntimo entre los personajes de Cruise y la atractiva Blunt.
Por cierto ha sido agradable ver de nuevo al señor Paxton.

Vaya por delante que si yo hiciera cine quisiera tener el estilo Guy Ritchie y Tarantino.
Son odiosas las comparaciones, lo sé, pero resulta inevitable recordar Snacht, y uno no lo hace con el deseo de que existan dos películas iguales, por supuesto, pues me gusta lo original, los nuevos sabores. Se trata de esperar que Ritchie siga al máximo nivel. Por ello lo que hubiese querido al salir de sala tras ver esta película, hubiera sido sentir esa misma sensación que con Snacht, sensación que no sabría ni definir, pero que es la sensación que te queda cuando has visto un film magistral. No me andaré más por las ramas (perdón). Rockanrolla es muy buena, tiene un ritmo fenomenal en su primer cuarto y un sello inigualable, el sello Ritchie. Pero Rockanrolla carece de algo. En su transcurso esperas una explosión, una que sea contundente, que sé yo, una escena memorable por ejemplo, que hubiera podido darse en cualquier momento, pero no llega (la escena de los rusos es buena, pero faltan diálogos para recordar). Sólo contemplas una larga mecha que no conduce a ese momento. Una mecha que incluso llega a apagarse, porque decae el ritmo. Y cuando ves que la película ha acabado te das cuenta que de ese explosivo, nada de nada. Por ello cuando sales de sala te olvidas de la película, igual que te olvidarías de una relación sexual en la que no hubiera habido orgasmo, te vas para casa o tomar una cerveza y continúas con tu vida.
Además la cinta carece de un personaje insignia a cargo de un actor medianamente cojonudo. Gerard Butler no lo es.

Si. Porque si Oliver quería plasmar en esta cinta el loco universo del deporte cómo espectáculo frívolo, producto de consumo adulterado con todas la desgracias y fortunas que orbitan sobre él, lo consiguió. La avalancha de secuencias e imágenes que te golpean los ojos durante su visionado se pueden soportar. Es la decisión de Stone y es respetable. La película podría haberse perfilado de otro modo, pero perdería su sello. La hace original.
Cameron Díaz, indiferente actriz, hace quizá el papel más interesante de su triste carrera con una interpretación muy cuidada. Al Pacino está perfecto encarnando a su personaje, sin fisuras. El resto de actores pasa sin pena ni gloria. Lo siento por Foxx, Quaid y Woods, pero están normal. Y esta normalidad se la deben a Stone. Así como es resto del reparto.
La historia como ya decía antes esta muy bien, refleja todo aquello que se cuece dentro y fuera de los terrenos de juego. Puede que haya exageraciones, si, pero tampoco creo que sean tantas, tratándose de Estados Unidos me temo que hay mucho de verdad, y si no, pues da igual porque el resultado es bueno. El fútbol americano es el deporte elegido por los guionistas pero bien pudiera ser otro, da igual, el trasfondo es lo que importa. Dinero, fama, drogas, traición, sexo, amor, odio, vanidad, humildad, envidias, excentricidades, ambiciones, temores, codiciosos intereses, hipocresía y un largo etcétera tienen cabida en esta estupenda cinta. Es digna de ver, no tiene desperdicio.