Aunque Dune parte 2 cuenta con ambiciosos efectos visuales y despliega bien el mundo creado por Frank Herbert, para mí personalmente algunos aspectos de la trama no terminaron de funcionar del todo.

Como alguien que ya tiene 48 años, confieso que partes del argumento me parecieron un tanto infantiles, fáciles de predecir y sobreactuadas (la verdad es que antes me encantaba). Además, a ratos la historia avanzaba de forma demasiado abrupta, sin dar tiempo a asentarse las nuevas situaciones. Y lo que quizás sea lo más importante; la ejecución de la historia parece vacía a pesar de lo exagerado de ciertas actuaciones y situaciones.

Otro elemento que no acabó de convencerme fue la evolución del personaje de Stilgar, interpretado por un excelente Javier Bardem. Sus escenas parecían perder fuerza progresivamente hasta rozar en ocasiones lo ridículo.

También creo que la parte del combate de Feyd-Rautha a lo Gladiator podría haberse logrado sin recurrir a tanto CGI excesivamente artificioso en lo que al público se refiere.

Sin embargo, reconozco los aciertos técnicos de la cinta y el trabajo de su equipo. Aunque esta entrega no acabó de engancharme, seguramente gustará a los seguidores de la saga.

Seré breve. Hablando como espectador (no como experto en cine o en historia) mi experiencia con esta película ha sido decepcionante.

Después de reflexionar sobre ello, llegué a la conclusión de que la clave para apreciarla podría ser abordarla como una comedia. Solo así logré encontrar sentido en el meme de Napoleón personificado por Joaquin Phoenix, el deficiente guión y la dirección cuestionable de Ridley Scott.

Este enfoque me permitió interpretar los intentos de ridiculizar a uno de los personajes históricos más relevantes, aunque también me llevó a considerar si había una animadversión subyacente hacia lo francés (sin querer ser mal pensado).

Los errores históricos y técnicos (que no son pocos) podéis encontrarlos en otras reseñas.

Se ve que a los creadores les ha molado mucho Joker, y han cogido también un poquito de Thor y una pizca de El Protegido, lo han agitado bien, y se lo han dado a Mr. Stallone en su batido matutino.
Yo creo que puedes probar una cosa (que no hice yo por cierto, y ahora me arrepiento). Al principio de la peli hay una introducción. Si dicho preludio ya te huele mal, déjalo ahí y pon otra cosa. En caso contrario, es muy probable que la disfrutes aunque sea un poco.

Para mi gusto, la película es bastante mala, pero promociona nuestro idioma y por eso le doy un 10 (no puedo desvelar nada sin hacer spoiler). Cuando el pingüino se parece a Jesús Gil y el doblaje lo reafirma, uno ya se puede ir preparando para lo peor (o para lo mejor si te lo tomas con humor viendo a decenas de uniformados corriendo a lo 'loca academia de policía'). El principal problema es que la película no aporta nada nuevo. El aliciente más importante serían para mí las coreografías de lucha, que al menos yo me las esperaba más explícitas como toque distintivo. Y por supuesto el argumento, que podría haberse desarrollado mucho mejor sin tanto cliché americano, acertijos imposibles, evitando imitar de forma lamentable partes del Joker de Phoenix, y aportando escenas de acción mucho más claras. Todo sin mencionar, la hilarante interpretación de Paul Dano, que llega a producir vergüenza ajena.
Si tres horas se me han hecho insufribles en el cine, no quiero pensar en cómo será en la tele. Así que si tenéis en mente verla, ir al cine y así de paso impulsamos un sector herido por la pandemia y el streaming.

La serie hace aguas por las pésimas interpretaciones de algunos de sus protagonistas. Eso es objetivamente cierto. Lo subjetivo. A mí no me hace gracia y se me hacen eternos los capítulos.

Lo único que me ha sorprendido, es que Mamen García (Amparo en la serie) es la que le pone la voz a la conocida melodía de Mercadona.

En resumen. La veo por mi mujer.