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Argentina Argentina · Buenos Aires
Críticas de Emanuel Masio
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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
8
24 de julio de 2020
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
J'Accuse (que aunque acá se llame 'El Oficial y el Espía' se traduce literalmente a 'Yo Acuso') es la película más reciente de Román Polanski. Esta trata sobre el cómo los medios de comunicación y la propia justicia son capaces de crear chivos expiatorios y manipular situaciones con tal de perseguir sus propios objetivos sin importar la imágen (o hasta la vida) de los involucrados. Para hacerlo, se apoya en el famoso caso Dreyfus y marca un paralelismo bastante sutil con el escándalo que envolvió al propio director.

Polanski ya se había comparado con Dreyfus en alguna ocasión en el pasado aunque acabó por retractarse ya que si bien hay similitudes entre los dos casos, existe una diferencia bastante significativa entre un pedófilo confeso y una víctima del antisemitismo al que se quiso acusar de un crimen que evidentemente no cometió. Muchas veces se propone separar a la obra del artista, pero hay películas que están tan ligadas a la identidad de su director que hacen esto imposible. Es el caso de esta película.

Es difícil no pensar que la gente durante la primer escena de la película que asiste a la sentencia de Dreyfus (y más adelante quienes reaccionan a la carta abierta de Zola) con el único fin de pedir su muerte no es una representación de cómo Polanski percibe a los responsables de su cancelación. El director manifestó varias veces su descontento con el trato que recibió por parte de la industria hollywoodense. Su argumento siempre fue que todos lo hacían y él solamente fue el boludo al que lo agarraron. Con esto expone que quienes se niegan a financiar o premiar sus películas escudándose en argumentos morales, sí financian y premian cine de otras personas que han echo cosas peores que él con la única diferencia de que nosostros no lo sabemos. Lo que a su vez significa que la "semi-censura" hacía Polanski no se debe a motivos morales, sino al miedo a repercusiones económicas o sociales.

Habiéndo ya establecido lo desafortunada que fue en su momento la comparación Dreyfus/Polanski, sabiendo todo esto es fácil establecer un paralelsimo y entender en cierta forma lo que puede llevar a este último a sentirse identificado con el primero. Es más, la propia Samantha Geimer (víctima del director) llegó a defender en cierto modo a Polanski varias veces. Cuenta que si bien ella tenía 13 años y él 44 al momento de suceder la violación y deja en claro que lo que le hizo (Polanski a ella, obvio) es imperdonable se lo mire por dónde se lo mire y que nadie debería pasar lo que ella pasó, muchos medios y organizaciones políticas tomaron su caso y la martitizaron con el fin de servir a sus propios fines, mientras que ve a Polanski como "producto del sistema corrupto de Hollywood".

Los Oscars, por ejemplo, no tuvieron ningún inconveniente en premiar a Polanski en el 2002 por El Pianista. Hace casi 20 años de esto pero Polanski se declaró culpable en el 77' (25 años antes de ganar dicho premio). Así y todo, resulta bastante improbable que el director vuelva a conseguir algún tipo de nominación. Me parece que no hubiese estado de más la presencia de J'Accuse entre las nominadas a mejor película del año pasado. Es más, lo hubiese tenido más merecido que la mitad de las nominadas y hubiese expuesto lo tibia que es la crítica de otras películas que sí se contemplan en estos premios como, por ejemplo, Jojo Rabbit (obviando que, cinematográficamente hablando, no hay punto de comparación entre la cinta de Polanski y la de Waititi).

Técnicamente muy cuidada, el trabajo de Polanski es muy destacable, las actuaciones son sólidas, la fotografía es interesante igual que la banda sonora de Alexandre Desplat. La peli abarca un proceso que duró como una década y resulta muy dinámica. De lo mejor del 2019, es una pena que no haya tenido una mayor repercusión.

Sería muy fácil para mí ahora terminar la reseña como un señor mayor enojado señalando con el dedo que movimientos como el #MeToo están matando el cine, que somos víctimas del marxismo cultural, que todo esto es un plan de George Soros para volver homosexuales a mis hijos y esas cosas que clama la derecha en busca de tener algo de lo que quejarse. Pero después de casi defender a Polanski en una reseña entera me parece importante aclarar que movimientos como el #MeToo tienen por objetivo terminar con este Hollywood corrupto y que está buenísimo que finalmente se estén revisando estas actitudes que fueron muy naturalizadas durante tanto tiempo. Lo único que me parece importante resaltar es lo hipócrita que es financiar, premiar y distribuir a unos violadores y no a otros, demostrando que el hecho en sí no les importa realmente, y solo pensando en su propio beneficio.

Es importante que nosotros como público podamos decidir si ver o no una película, y que esta desición no caiga finalemente en gente que vela por sus intereses intentando disfrazar esto con un moralismo muy básico.

En resúmen, vean El Oficial y el Espía. Vale muchísimo la pena.
Emanuel Masio
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8
24 de julio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
O que arde (que en gallego significa "Lo que arde") es la última película de Oliver Laxe y la primera que yo veo de él y la verdad es que me gustó muchísimo.

Visualmente espectacular y muy emotiva, Lo que arde es una experiencia sensorial maravillosa, la peli es muy inmersiva tanto por la fotografía, por la banda sonora, como por el sonido. Retrata de muy buena manera este pueblo rural gallego y a quienes viven en él y se hace con muchísimo mimo (no me des mucha bola pero me parece que en este mismo pueblo nació la madre del director). La peli es lenta, sí, pero es tan hermosa (y corta, también hay que decirlo) que en ningún momento te permite aburrirte. En la película no pasan muchas cosas, pero esto es debido a que el conflicto de los personajes es interno, no externo.

La película no tiene muchos diálogos, es una película de silencios, de miradas, de sensaciones. Tanto Amador como su madre Benedicta son personajes rotos, tan frágiles y sensibles como el propio filme que es más que nada una reflexión sobre la soledad, la tristeza, el aislamiento, la fragilidad y el rechazo.

Y hablando de Amador y Benedicta, la relación entre estos personajes está construida de una manera ejemplar, enternece verdaderamente y los dos actores están estupendos. Desde sus manías, costumbres y hasta vestuarios se los caracteriza realmente muy bien.

Termino esto citando el cierre de una nota que escribió Manuel Rivas para el diario El País el 05/10/19 hablando de la fragilidad en el cine de Oliver Laxe (y en general):

"No se apagará el cine ni caerán las vigas del cielo mientras ruede gente como Oliver Laxe."
-Manuel Rivas
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Emanuel Masio
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9
24 de julio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por favor hablemos de la trilogiaza que se mandó Roy Andersson que se convierte (habiendo visto solo tres de sus películas) en uno de mis directores vivos favoritos.

La denominada Trilogía de la Vida está compuesta por Canciones del Segundo Piso (2000), La Comedia de la Vida (2007) y Una Paloma se Posó en una Rama a Reflexionar sobre la Existencia (2014) que a cada cual me resultó mejor que la anterior (cabe aclarar que no sé si esto se debe a que realmente van mejorando o es que yo cada vez me sentía más cómodo con el estilo de Andersson).

Esta trilogía es también llamada a veces Trilogía del Capitalismo, por las constantes críticas de Andersson al sistema palpables por ejemplo en la escena del sacrificio de Canciones del Segundo Piso o la escena en la que un grupo de soldados coloniales queman vivos africanos maniatados en Una Paloma se Posó en una Rama a Reflexionar sobre la Existencia.

El sueco es de esos directores inclasificables, uno que mezcla altas dosis de surrealismo, una composición exquicita y un uso del espacio fenomenal con un hilo conductor muy particular, las tres películas están formadas por sketches más o menos interconectados entre sí argumentalmente pero muy relacionados conceptualmente. Algunos de estos sketches se retoman más adelante y otros no, pero todos aportan lo suyo.

Las tres son comedias atípicas, raras, comedias de silencios, de tiempos muertos, de un ritmo muy pausado. En fin, comedias cuyo objetivo no es que te rías. Sus personajes son patéticos, tristes, vacíos, estáticos, hasta cierto punto grotescos y su punto de vista logra ser pesimista y esperanzador al mismo tiempo porque, en palabras del propio Andersson: "Bastante poco dura esto como para encima pasarlo de mal humor."

Aún así el punto fuerte de la filmografía del director es el apartado visual. El sueco tiene un uso de la paleta de colores maravilloso y es un compositor de imágenes de primera categoría. Cada plano de cada película suya es una pintura en sí mismo con un significado y sentido. Además de que practicamente todos los escenarios de estas películas (tanto interiores como exteriores) son diseñados por el propio Andersson y construídos específicamente para la cinta.

En resumen, tres obras maestras surrealistas, atemporales e imperdibles con un estilo muy extraño a la vez que hipnótico.
Emanuel Masio
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7
24 de julio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece que esta peli me hubiese gustado muchísimo si la hubiese visto cuando era más chico. Por no ser el caso, termina por pasarle lo mismo que le pasa a la mayoría de las películas infantiles cuando son consumias por alguien que no es su público objetivo: muchos chistes (salvo algunas excepciones) terminan por parecer medio boludos, fáciles, gratuitos y bastante predecibles, los personajes son bastante planos y hasta molestos a ratos.

La rescata, eso sí, el cariño y el mimo con el que se nota que está hecha que se nota en los diseños de los personajes, los escenarios, el color, la animación, los créditos, etc. Se la siente súper cálida y si bien entiende cuál es su público y es bastante sencilla, a momentos hasta un toque absurda, no me parece que en ningún momento falte el respeto a la inteligencia del espectador (algo de lo que el cine infantil tiende a pegar recientemente).

En resúmen, simpática pero no mucho más. Muy lejos de lo que fue en su momento Ernest y Celestine pero bastante rescatable, con su público objetivo (pibes de hasta diez años aprox.) debe funcionar muy bien y me hubiese gustado verla a esa edad. Bastante más interesante que muchas propuestas más "mainstream" dirigidas a los más chicos y, si bien no es una obra maestra absoluta e indiscutible del séptimo arte ni pretende serlo, sigue siendo un mejor plan que Gaturro: la película.
Emanuel Masio
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7
24 de julio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arranco diciendo que soy consciente de que la película tiene sus fallos, muy lejos está de la perfección y no me gustó tanto como otras películas que tocan el tema de la drogadicción como Beautiful Boy o Trainspotting.

Pero si algo tengo que destacar de Basketball Diaries, es la crudeza con la que tocan la relación del protagonista con las drogas. Lejos del consumo estilizado que se nos muestra en pelis como El Lobo de Wall Street o la anteriormente mencionada Trainspotting, vemos la degradación total de una persona a causa de una enfermedad que lo consume completamente y, por tratarse de un pibe muy joven (y por tratarse de Leo Dicaprio ¿Para qué nos vamos a engañar?) es posta chocante. Por lo menos a mí, me incomodó muchísimo.

Tampoco es que sea gore. Esta crudeza de la que hablo no se manifiesta mostrando de forma súper explícita al protagonista consumiendo, sino que se enfoca más en las consecuencias que esto trae a su vida y su evidente deterioro. Resulta desesperante ver a Jim pasar de tener un futuro brillante a prostituirse para poder comprar una dosis. La película podría fácilmente confundirse con un panfleto antidrogas (de esos que pasan en algunos colegios y de los que se ríen en las comedias yanquis) si no se diese también el lujo de responsabilizar en buena medida el contexto del protagonista de su adicción y justificar el cómo terminó siendo un adicto a... bueno, a todo lo que fue adicto. La escena del confesionario o el que la madre del protagonista rece para que Dios salve a su hijo de sí mismo pero cuando este le toque la puerta de su casa desesperado acabe por llamar a la policía son clara muestra de esto.

También me parece interesante que se nos muestre a Jim y sus amigos tendiendo (por dejarlo ahí) actitudes bastante cuestionables desde antes de empezar a consumir. Sus problemas de conducta no empiezan con las drogas, lo que le da bastante profundidad a los protagonistas (o por lo menos a Jim y Mickey).

En resúmen, no es una obra maestra, pero es bastante interesante para echarle un ojo. Sufrí bastante viendola, eso sí.

Pd: les tiro un dato curioso: Inicialmente el papel protagonista iba a ser para River Phoenix, pero se mató de una sobredosis antes de que esto se confirmara.
Emanuel Masio
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