Otra película mal llamada "comedia".

Creo que el cine americano debería erradicar esa categoría a la mayoría de sus películas, porque ni son comedia ni son románticas.

Propongo que directamente las etiqueten como "bodríos". Seguro que seguirán teniendo su público y así los demás no vamos a verlas engañados por falsas esperanzas de ver una comedia.

La historia daba más de sí, ya que tiene un punto original, pero no hay química entre los personajes, las situaciones son absurdas y la música es espantosa y estridente.

Sólo es apta para incondicionales de Mathew Perry.

Adoro el cine argentino. He visto casi todo lo que ha podido llegar hasta nuestras salas de cine en España, y casi siempre con un resultado admirable. Y aunque algunas puede que no sean películas redondas, siempre despertaban en mi una simpatía o una cierta admiración por su buen hacer e intención.

No pude ver "Conversaciones con Mamá" en el cine y tras haber leído tantas buenas críticas me he animado a verla, pero mi sorpresa ha sido mayúscula. La película es una absoluta decepción, con un guión plano, de diálogos reiterativos y superficiales, que no ahonda en nada, trazando una línea invisible e ilógica entre los personajes, que llegan a irritar, en especial la actriz que da vida a la madre, que es extremadamente inaguantable.

Sólo puedo salvar de la quema al gran Eduardo Blanco, pero de verdad que el guión es para echarse a llorar y podría haberlo escrito un niño de 2 años.

La película sólo busca la sensibilidad en torno a recuperar el tiempo perdido con una madre, pero llega mediante situaciones trilladísimas y diálogos que son una tortura de la cantidad de veces que repiten las mismas frases sin la menor gracia.

Una pena. No entiendo la elevada nota que tiene la película y por eso me he animado a escribir mi primera crítica en FA.

Horripilante película de Mike Leigh, aclamadísimo director de la excelente "Secretos y Mentiras", que en esta ocasión fracasa estrepitosamente con una historia mala, con unos personajes que te ponen de los nervios y no hay por dónde cogerlos.

Por cierto, la vi en versión original y es para pegarse un tiro.

El personaje principal, la tipeja ésta llamada Poppy es probablemente uno de los más lamentables e insoportables de la Historia del Cine. Sin duda.

Se salva el actor que hace de profesor de autoecuela, pero de verdad que no hay nada que se salve.

En la película no sucede NADA. Y es incomprensible la nota tan alta que tiene este engendro.

Auténtica delicia de película.

Cine de verdad y sincero.

Excelentes interpretaciones tanto de América Ferrera como de la actriz que interpreta a su acaparadora y tradicional madre.

Buena historia, excelentes actrices y una historia real, en la que podrá verse reflejada mucha gente. Mucho sentido del humor para un gran drama que te deja con muy buen sabor de boca al terminar y una lección aprendida: hay que perseverar y superar los obstáculos (sociales, familiares...) que se interponen para cumplir nuestros sueños.

Es cierto que la película es una sorpresa agradable. Se deja ver y tiene momentos tiernos.

Pero de ahí a lo que se lee en algunas críticas de por aquí... me resulta incomprensible leer cosas como que esta película tiene algunas de las escenas más desternillantes de los últimos años o que tiene guiños al neorrealismo italiano. ¿Es una broma?

Carbonell se curra una buena historia familiar donde, como siempre, destaca el buen hacer de María Barranco y un sorprendente Pedro Reyes, que está que se sale, y jamás pensé que diría ésto. Sin embargo, Carbonell está mejor de director que en su personaje.

Un punto aparte merece el personaje de Antonio Dechent, que es bochornoso y repugnante. El tío es un actorazo, pero la vulgaridad rige el tono de su interpretación, con una burla obscena y lamentable al tema de la inmigración.

Lo mejor: Pedro Reyes y la historia familiar de Carbonell y la boda.

Lo peor: el tema de la inmigración, superficial, mal contado, metido con calzador... fatal.