Es la sensación que me ha transmitido durante las dos horas de su metraje, que se me han convertido en cuatro. Explicaré mis razones:
-El protagonista: Es un tipo creído, con tantos pájaros en la cabeza y tal desprecio por su familia (especialmente por su hijo) que una llega a hartarse. Desde el principio, el tipo me cayó fatal. Yo soy la primera a la que le gustan las películas de fantasía, pero si te ponen como protagonista a un individuo que no da la talla y para colmo él mismo se pone como superhéroe, entonces de lo que te dan ganas es de darle una buena colleja para quitarle todas sus tonterías.
-El exceso de historias: Llegan a cansar soberanamente. Antes de la mitad de la película yo estaba ya aburrida y mirando el reloj.
-La historia de amor: Menudo rollo de ¿historia de amor? ¿No sería mejor decir que Jessica Lange hace un papel de florero y que no aporta nada a la trama, y que al protagonista lo mismo le habría dado casarse con un póster de Rachel Welch? Y no lo digo sólo por ella, sino porque él, mucho bombo y mucho decir que cuánto la quiere, pero yo no veo ninguna chispa ahí, sólo hipocresía y el afán de tener a su mujercita como un adorno bonito mientras él se echa todas las flores.
-El que el tipo no se dé cuenta de que, tras haberse pasado toda la vida poniéndose a sí mismo por la nubes, ya no le pega portarse como Antoñita la Fantástica.
Lo mejor de la película: El papel del hijo. El único que está a la altura y que contrarresta tanto engreimiento y tanto fantaseo pedante.
En definitiva, cualquier película fantástica de sobremesa me emociona más que este producto que no sé cómo definir. Y que conste que yo admiro otros trabajos de Burton, pero con éste ha caído estrepitosamente, según mi criterio.

Nunca más volveré a caer como una idiota ni a tragarme otra porquería en la que intervenga el Tarantino ése de los cojones. Tras ver "Pulp Fiction", "Four Rooms" y "Abierto hasta el amanecer" he tenido más que suficiente.
Nunca más volveré a cruzarme en el camino de este tío que tiene una jeta como un rascacielos.
Nunca más volveré a cruzarme tampoco con ese Rodríguez y sus casposas colaboraciones con Tarantino.
Nunca más volveré a pasar por el indescriptible suplicio de estar una hora y media o más viendo las retorcidas y enfermas paranoias y estupideces sadomasoquistas que a este tío le dé por sacar.
Nunca más soportaré los típicos e imbéciles "diálogos Tarantino".
Nunca más me pondré a ver otro de sus sobrevalorados productos para acabar con la sensación de que este tío se ha cachondeado de mí y ha insultado mi inteligencia.
Nunca más pasaré por la tortura de aguantar su prepotencia al creerse que es el no va más y lo más cool en directores y/o guionistas de hoy día.
Nunca más soportaré las gilipolleces de sus guiones.
Nunca más soportaré sus ridículos cameos en sus películas.
Nunca más soportaré los papeles de cualquier personaje que salga en sus películas.
Nunca más volveré a escribir otra crítica sobre ninguna otra tarantinada.
Nunca más volveré a poner un 1 a una película que en realidad se merece un 0. Reivindico el cero patatero porque de todo tiene que haber en este mundillo.
Nunca más volveré a castigarles a ustedes (espero ;-) con otro desmesurado ataque de mala ostia como los que me provoca ese "cineasta" impresentable de tres al cuarto.

Mi valoración de esta película es muy similar a la de la primera, para la que ya escribí una crítica, así que no me voy a explayar. Que sí, que vale, que es una peli de mucha acción, con unos efectos especiales alucinantes, sobre todo lo del tío de cristal líquido que se funde como si fuera agua y se vuelve a reconstruir. Y realmente el Schwarzenegger parece una mezcla entre hombre y robot.
En esta ocasión le han añadido un toque de humor y cierta ternura (como para decir: oye, que los robots también podemos tener sentimientos y ser simpáticos, ¿eh?) al poner al Schwarzenegger en esta ocasión en el bando de los buenos. Lo único entretenido que le veo a la peli es la relación entre el robot y el niño, con el niño enseñando al robot a comportarse como un humano.
En general, parece más descafeinada que la primera y le han metido el toque tierno con el niño, pero para mí igualmente vacía y poco memorable.
Lo que más me llamó la atención fue la banda sonora, que se puso muy de moda incluso en versiones discotequeras.

Bueno, se trata de una más de aquella ingente profusión de películas de aventuras que en los 80 proliferaron como las setas. Como ya he comentado en otras críticas, algunas de ellas se me quedaron marcadas y aún hoy día les tengo un gran aprecio; otras pasaron sin pena ni gloria.
"Regreso al futuro" entra en la segunda categoría. Ciertamente formó parte de mi acervo cinematográfico cuando yo estaba en aquellos dorados años de la infancia, y me la tragué no una, sino muchas veces, como creo que hicimos prácticamente todos los niños y adolescentes de mi generación en aquellos primeros años mágicos en los que los vídeos VHS causaban furor. Aún así, con el tiempo esta película me empezó a cansar y me di cuenta de que no me decía gran cosa. Además, ya estaba hasta las narices de que por aquella época nos metieran continuamente a Michel J. Fox como adolescente guay, encima con otras dos secuelas más insulsas aún que la primera.
Que tiene acción y que entretiene, eso no se le puede negar. Como película de acción, fantasía y aventuras, se deja ver, pero yo personalmente la encuentro mediocre y poco memorable.
Para quienes aún no la hayan visto, bueno, no creo que les desagrade si les va este género, y está bien para verla en familia. Pero vamos, que no es para tirar cohetes.

Poco tiempo he aguantado viendo ¿esto?
Y eso que mi conciencia me estaba recriminando. No podía ser que con una nota media de 7,8, más de treinta mil votantes de los cuales la mayoría le habrán dado notas buenas, la mayor parte de mis almas gemelas y mis usuarios favoritos ninguno de los cuales le ha dado menos de un 6… ¿Cómo podía ser que yo desde el principio ya estuviera pensando en plantarle un 1? ¿Qué clase de ente alienígena soy? ¿Por qué no le veo la puta gracia ni una sola chispa de algo que me una a lo que se supone que es esta mamarrachada que no me ha arrancado una sola sonrisa, que me parece un despropósito más grande que un transatlántico de Costa Cruceros?
Todo me parece estúpido, ridículo, embrollado, al nivel de la mierda más gorda. Que el director se meta esto por el esfínter, empezando por los caóticos y tontos papeles (anda que lo del gitano con la media lengua tiene guasa. ¿En qué pensaba el Pitt para meterse en un proyecto semejante?), siguiendo por los diamantes (desde el más grande hasta el más falso, con todas sus aristas bien afiladitas), por las idiotas escenas (vomitivas casi sin descanso) y por todo lo demás. Qué plumerazo se le ve intentando imitar otras películas a las que seguramente no les llega ni al chicle pegado en la suela del zapato. Que se lo meta todo sin anestesia y sin pomadas hemorroidales.
Ése es el mejor empleo que, para mi modesta opinión, se le podría conceder a esto.
Ritchie, mi más sincero mensaje para ti: me alegro de que tu película le guste a mucha gente, porque supongo que todos tenemos que ganarnos la vida y siempre habrá quien sepa apreciar las creaciones que vamos dejando en este mundo. Pero siento entrar en ese porcentaje de quienes esperaban ver una cosa ingeniosa y divertida y en cambio sólo ven una cagada como la copa de un pino. De veras que para mí sería más fácil estar con la mayoría y alabar esta película tuya.
Pero, francamente: creo que antes preferiría tragarme unos cuantos capítulos de “Yo soy Bea”.
Así de mala me parece tu “Snatch”.