Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Una_de_ellos
<< 1 2 3 4 10 20 >>
Críticas 97
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
29 de agosto de 2010
21 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
De la mano de Russell Brand, uno de los grandes comediantes, actores y presentadores de Gran Bretaña, llega a la insufrible cartelera de verano, cual Aquapark a una pequeña población, Get him to the Greek; una cinta dispar, con desniveles, pero bajo control; que no se esfuerza en disimular una crítica subyugante hacia los ires, venires y devenires de la industria musical, el auge de los temas comerciales y la explotación de dóciles artistas como vulgares productos de mercado... con mucho humor y cariño, eso sí.

Como prueba de esto último, no hay más que prestar un poco de atención a cualquiera de las 15 canciones de Infant Sorrow (banda ficticia) que componen la banda sonora, mencionando, por ejemplo, la primera que aparece en el inicio, African Child, cuya letra y videoclip son para tirarse de los pelos, llegando a definirse en la propia película como "lo peor que le ha pasado a África desde el Apartheid"; que, por cierto, me gustaría puntualizar el error garrafal de los traductores al no incluir los subtítulos con la traducción de las canciones, ya que, en muchos casos, le ha restado el 80% de gracia. Mencionar también la agradabilísima sorpresa que han supuesto para mí las fugaces apariciones de caras tan conocidas como la de Kate Perry, Christina Aguilera, Pink, Puff Daddy (vivos ejemplos de música comercial)... y como no, Lars Ulrich, de Metallica, en calidad de novio de Jackie Q (Rose Byrne).

La cota de jocosidad es altísima, con algunas dificultades para desembocar en la carcajada, pero suficiente como para garantizar casi dos horas de sano entretenimiento. Comparto, por consiguiente, la opinión generalizada de la crítica de que supera las elucubraciones anteriores a su visionado; ya puedan tener el listón alto, o ir con las peores de las expectativas, que logrará embelesarle; ya no por la película en sí, sino por el gran protagonista de la historia, Aldous Snow (Russell Brand), que llena la pantalla con su singular comportamiento, con su forma de reír, con sus locuras, con sus bajonas de infeliz yonkarra... sin dejar atrás, de ningún modo, a Jonah Hill y su papel de pardillo con ambiciones, o a Sean Combs, el jefazo con más pelotas desde Denholm Reynholm (The IT Crowd).

Qué importa si es algo irregular, se sale del cine con la sensación de no haber malgastado el dinero y de haber pasado un buen rato en compañía de unos chiflados, cada vez menos desconocidos para nosotros.
Una_de_ellos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
19 de junio de 2010
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mediterráneo vino a mí. Yo no la busqué, ni siquiera sabía que existía. Me la presentaron en los siguientes términos:
- ¿Has visto Cinema Paradiso?
- Sí - respondí.
- Pues te deja con el mismo buen sabor de boca, da un subidón al espíritu.

Cuando la puse, mi madre, que me acompañaba en ese momento, refirió:
- ¿Una italiana? Las películas italianas son como las españolas, en las que nada más se enseña carne: todas van de lo mismo.
Pero la vio conmigo.

¡No sabría cómo definirla! Tiene de todo y no tiene de nada. Es una extravagante combinación bélico-cómico-romántica embutida en un singular paraje con los más variopintos personajes; cómo olvidar a Lo Russo, cómo no enternecerse recordando a Farina, ¡cómo borrar la imagen del soldado del asno!. Lo más extraño de todo es que, ya sea por la sugestión que había ejercido sobre mí o por el recato que me producía, no podía dejar de darle la razón a mi madre (en lo que concierne a esta película, sin generalizar); el sargento bien podía haberse apellidado García, porque si olvidásemos que está filmada en Kastelórizo, e imaginásemos que todo transcurre en Chipiona, estaría a la altura de muchos clásicos del destape.

Sin llegar a ser un film de los que hacen época, llega a ser comprensible (que no plausible) que le otorgaran un Óscar a la mejor película extranjera, ya que desborda una simpatía tan sincera y honesta, que es imposible no caer rendido a sus pies; todos y cada uno de los actores tiene su toque de gracia y un modo genuino de cautivar al espectador, dejando escenas inolvidables que sacan la sonrisa en el recuerdo, y sin escatimar en diversión y situaciones surrealistas.

Si Mediterráneo fuese un animal, sería un perro, ¿y a quién no le gustan los perros?
Una_de_ellos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1
8 de enero de 2010
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero en el casting solamente. Cuando vi el percal - que no es otro que unos cuantos frikis bebiendo cervezas mientras se pasan unas cuantas tripas de matadero y hablan sobre lo grandes que tiene las tetas la tipa que han seleccionado - salí de allí echando leches sin mirar atrás y esperando no tener repercusiones psicológicas sobre aquéllo.

Y es que este tipo y su colega, Jack Sparrow, pensaban que se estaban comiendo el mundo con una Hitachi sólo por haberle hecho un puñado de merchandising barato a su primer cortometraje ”Evil night” con camisetas y pósters de los chinos y pasando por todos los programas de televisión en los que se les presentó ocasión: Lo + plus, una Carta para ti, cinco minutillos de gloria entre el público en Crónicas Marcianas, Día a día… hasta donde puedo (o quiero) recordar; podéis ver vídeos en Youtube, por supuesto.

Por esa época, Julián Lara, un electricista en potencia, fue perdiendo la poca dignidad que conservaba (bien hecho por su parte, ya que si no, no estaría donde está) hasta que rozó el clímax con Deadhunter y le dio por echarse mechas y vestir de cuero. Si bien Deadhunter es una basura de tomo y lomo, los alcareños nos partimos la caja cuando aparecen personajes míticos y variopintos de la zona, tales como el cojo del paraíso (un archiconocido aparcacoches), que provoca el descojone cuando la cámara le enfoca su mirada de Harry el Sucio; el pirata, una especie de transformer que ha creado su imagen con una bandana y una chupa; Leonardo Dantés (sí, sí, el de la canción ”Tiene nombres mil el miembro viril” xD) y su baile del pañuelo en la calle del Telepizza, que hace reír hasta a los mismos zombies con su ridiculez; y muchos otros penas gordas que no tenían nada mejor que hacer, entre los que se encuentran algunos conocidos y algún colega (o ex-colega xD). Sinceramente, ver a un soplagaitas haciendo el canelo en pantalla grande y de gratis, mola un huevo.

En cualquier caso, este joven, mal que nos pese, se ha ganado una imagen, sea la que fuere, pero lo que realmente le hace parecer un imbécil descomunal es el pensar que puede haber gente queriendo chupar del bote y beneficiarse de su ¿éxito?, cuando él mismo aprovecha la mínima oportunidad para hacer mención a las celebridades con las que ha podido cruzar tres palabras en algún festival, como Santiago Segura o Jesús Franco.

Recomendable exclusivamente para alcalareños y frikis en preocupante estado de sopor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Una_de_ellos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
22 de agosto de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Venga ya, hombre. A otro con el cuento.

¿En serio ha podido convencer a alguien?, ¿en serio el que una hija se lleve bien con su padre puede desestabilizar a una familia hasta el punto de que un hijo se le eche a perder y la madre se vuelva majareta? Porque en síntesis ese es el argumento de esta película; que sí, que le meten misticismo por un tubo para adornar, pero lo que queda, en definitivas cuentas, es eso: un exacerbado drama familiar.

Resulta que la mocosa es una pequeña Lisa Simpson y le va el deletreo, así que empieza a ir a concursos. En cuanto el padre se entera, henchido de orgullo paterno, la acompaña a los campeonatos y se da cuenta de que la niña tiene una forma especial de ver las palabras y él, que todo lo relaciona con el judaísmo y en un intento desesperado de cumplir su ambiciones de mozuelo, le enseña a su hija los secretos de la Kábala para que sienta a Dios fluir por su ser. Mientras tanto, el hijo, que era el prefe del padre, se siente marginado y llena su vacío espiritual haciéndose miembro del Hare Krishna y bailoteando en túnica, y a la madre le da por sisar objetos brillantes allanando moradas ajenas, cual común urraca, creándose la paranoia de que está construyendo un camino hacia la luz, en un pueril arrebato por recuperar la atención de su cónyuge.

Es como para echarse las manos a la cabeza. Pero bueno, lo compensa porque es bastante agradable estéticamente y porque puedes sobetear un poco al acompañante de turno entre concursito y concursito (en los que se va un cuarto de peli mínimo). Que la suspendan o no ya depende de cómo les fuese la noche... eh, eh, a mí no me miren, que yo la vi con mi madre.
Una_de_ellos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
16 de agosto de 2009
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué década tan prolífera para el cine los 70. Grandes títulos quedarían para el recuerdo marcando la historia para siempre. "El Padrino", "Tiburón", "La naranja mecánica", "El golpe", "Alien", "Taxi driver", "Chinatown"... son sólo algunos de los éxitos que se cosecharon por aquel entonces. Y no sólo fueron tiempos de gloria para la industria cinematográfica, la música también había vivido uno de los grandes hitos del siglo XIX: Woodstock, festival del que en estos días se celebra el 40 aniversario, donde miles de personas bajo el lema de paz y amor reivindicaban un absoluto rechazo por la guerra de Vietnam al ritmo de Jimmy Hendrix, Santana y Jefferson Airplane, entre muchísimos otros. ¿No se les expande el alma ante esta revolución cultural?

Mientras tanto, en España, la situación era un pelín diferente. Aquí se cocían títulos de la talla de "No es bueno que el hombre esté solo", "Adulterio a la española", "La descarriada", "Unos granujas decentes"... y entre ellos "En un lugar de la manga".

Hagamos un paréntesis y remontémonos a los 90, época de mi tierna y triste infancia, donde servidora suspiraba por los huesos de Manolo Escobar al son de una vieja cinta de cassette mientras cocinaba bajo un gran álamo sopa de barro, ramas y hojas en un cubito de playa. Qué ingenuos son los niños, ¿no les parece? A esa edad, este varonil individuo de negro y espeso pelaje, grandes entradas y pantalones sobaqueros era lo que se podía considerar como un hombre "de los de verdad". Aquella historia de amor platónico entre Manolo y yo duró lo que el verano en extinguirse y la cinta en rayarse. Guardaba esta imbécil anécdota para el momento propicio, ya fuese una tarde tonta o un momento de borrachera entre amigos, exactamente como éste, y, si cuento esto, es porque a pesar de que el príncipe azul se me volviese rana, no puedo evitar guardarle un nostálgico cariño.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Una_de_ellos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 20 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    arrow