Por mucho que el título favorezca el doble sentido, no, no me estoy refiriendo al estado de forma de los protagonistas. Creo que todos coincidiremos en que estos señores, con la de primaveras que llevan a cuestas, están más que en forma. A muchos habrá que vernos a esas edades.

Lo que sí está oxidada, irremediablemente, es la película. Acción de pega: trepidante, violenta, fluida, entretenida... pero sin alma, sin transmitir ni una pizca de lo que se espera en una película con semejante elenco. Yo tengo a "Rocky" y "Terminator 2" entre mis películas favoritas, con lo que ver a sus dos protagonistas en varias escenas, petándolo, debería producirme alguna sensación. Pues mire usted, poca cosa.

Veo esta saga como un autohomenaje, no son películas propiamente dichas, al menos a mí no me lo parecen. De todas maneras, le pongo un siete porque me he divertido con muchas escenas, me he reído con algunos diálogos y esa nota la merece. Pero me esperaba mucho más.

"Rush" era el tipo de película que los aficionados más acérrimos del Gran Circo esperábamos. Una cinta con mucho mimo detrás, con buenos efectos especiales que permitiese que esos F1 clásicos se luciesen en la gran pantalla. Eso se ha conseguido, y con creces, la película sin duda es todo un espectáculo visual y eso ya le vale el "pulgar arriba", el aprobado.

Pero si ahondamos en la película, en el argumento, aun cuando está basada en hechos reales, no deja de tirar bastante de cliché y de exagerar mucho la rivalidad de estos dos campeones, haciendo que prácticamente uno sea el punto opuesto respecto al otro. Habrá quien diga que esto es necesario para acentuar la rivalidad (que al final es en lo que se basan para avanzar la trama), pero yo tengo la creencia de que este tipo de películas deportivas, concretamente de automovilismo y F1, se podrían enfocar de otra forma más original que esta. El mundo de las carreras es apasionante, complejo y lleno de sensaciones. Películas como "Rush", no dejan de ser aproximaciones tímidas a ese mundo. Falta mucho todavía para ver una historia medianamente acorde a lo que se da en ese mundillo. Lo primero, originalidad.

Respecto al resto, lo dicho, en cuanto a lo visual: Bien la fotografía y la forma de rodar la acción frenética de las carreras, con todo tipo de tomas a bordo de los coches (punto de vista del piloto, desde el propio coche...) y consiguiendo que el espectador se meta en la piel de los pilotos, que conozcan su miedo de saberse cerca de la muerte en cada carrera. Las actuaciones también son correctas (Hemsworth y Brühl hacen un muy buen papel), el papel de Hunt no deja de ser un poco un estereotipo de la estrella del rock de toda la vida, que por supuesto era similar al estilo de vida del propio Hunt real, pero se queda muy en la superficie de lo que ese personaje podía ofrecer. Pero bueno, tal y como estaba montada la historia, es imposible que el actor le dé más profundidad sin que se haga aburrido para el espectador medio y el metraje se alargue innecesariamente.

Conclusión: buen filme, toda una delicia para los sentidos de aquellos enamorados del mundo del motor. Divertido debido a su ritmo ágil y fluido, pero bastante superficial en lo que se refiere a la historia. Aprobado alto.

Hay que reconocerle a Columbus el mérito de ser el director de la saga que mejor entendió el «espíritu Harry Potter». Cuarón hizo una película buenísima (probablemente la mejor), pero las que más me recuerdan a los libros son estas dos primeras. Infantiles, sin duda, pero transmiten, emocionan y respetan la obra en la que se basan, que es lo principal y prioritario. No puede ser que esta película, con una historia mucho más simple, me transmita más que las dos partes de «Las Reliquias de la Muerte» juntas.

La banda sonora, a pesar de estar reciclada de la primera, no deja de ser perfecta para Harry Potter. Fue una lástima que Williams dejara la saga a partir de la tercera, porque él era el indicado para proporcionar ese toque místico y mágico a estas historias. La melodía de Fawkes, el fénix, me parece para enmcarcar.

Puntos negativos: las interpretaciones. Daniel nunca ha sido buen actor, aunque aquí tenía la excusa de ser un niño todavía. Pero se compensa con la actuación de Richard Harris en su último papel, bordando el personaje de Dumbledore, tal y como se nos mostró en las páginas. Cosa que luego Gambon arruinaría, desperdiciando uno de los principales atractivos de la historia.

Destacar a los de siempre: Rickman, aunque se le vea poco, es el perfecto Snape, y el resto del profesorado también cumple (chapó por el Lockhart de Branagh). También me gustó el actor elegido para Tom Ryddle, mucho más adecuado que el elegido para la sexta película. La pelea con el basilisco me supo bastante a poco, pero es que ya en los libros tampoco es que fuera gran cosa.

Conclusión: un siete, correcta aun siendo la peor de las tres primeras, que son las únicas salvables de la saga cinematográfica del joven mago. El resto, no merecen la pena. Pero estas sí. Estas sí se acercan a lo que contaban y transmitían los libros.

El título habla por sí solo. Creo que fui uno de los pocos que tuvo la desgracia de verla en cine, y yo, que me considero una persona paciente y tolerante (¡por favor, si hasta me gusta "Dos tontos muy tontos"!) lo único que quería hacer era salir de la sala. Nunca me había arrepentido tanto de haber gastado el dinero de la entrada, nunca había sentido tanta vergüenza ajena viendo una película y nunca jamás una película de comedia me puso de tan mal humor como esta.

Es el súmmum del humor pueril de la saga Scary Movie, recoge lo peor de todas ellas, y más todavía. Recomendada a todos aquellos que deseen un derrame cerebral exprés.