Vaya por delante que entiendo que una adaptación cinematográfica es eso, una adaptación. Por lo que no hay necesidad de ceñirse totalmente a la obra que está adaptando. Hablamos de medios diferentes, con lo que lo de menos es ser flexibles con los cambios que se apliquen. Incluso, por qué no, cambios importantes, si son para bien.

Pero esto... ¿qué es esto? ¿De qué sirve cambiar absolutamente TODO si lo único que consigues es empeorar la trama? Supongo que es más importante dedicar tiempo a esa estúpida clase de baile que a la historia de Barty Crouch y su hijo. O ya que salen estos dos, cambiarles la personalidad al completo sin motivo aparente. Convertir a la atractiva Madame Maxime en un engendro y convertir su historia con Hadrid en un esperpento... y así podría seguir. No voy a profundizar más en los cambios, porque están presentes en prácticamente toda la película y dan verdadera vergüenza ajena. Harry Potter no es esto.

Además es que es aburrida, porque el ritmo no es nada ágil y las escenas que deberían ser más emocionantes decepcionan. Lo único que salvo medianamente es la escena del cementerio, pero ni siquiera, me esperaba mucho más de ese momento y se le dedica relativamente poco tiempo.

En fin, convertir uno de los mejores libros en la película más aburrida era posible, y Mike Newell lo demosotró, poniendo la primera piedra a lo que sería el declive total de la saga ya que a partir de aquí las películas serían basura. Aunque en su defensa hay que decir que esta es la peor de todas con diferencia. Un desperdicio y una pena.

Genial adaptación de la historia del trepamuros, que recuperó el «fenómeno Spiderman» (sobre todo en forma de merchandaising) y que hizo las delicias de los que ya nos flipábamos con los cómics y la genial serie animada.

Después de ver tanto esta película como su predecesora, alguien que no conozca nada sobre el personaje o su historia, se podrá hacer una idea bastante aproximada. Se tocan (y bastante bien) los dilemas que afronta Peter Parker en su aventura como «amigo y vecino» de Nueva York.

Todo acompañado por una gran banda sonora superheroica al más puro estilo Elfman y unos efectos especiales nada desdeñables para su tiempo. El ritmo es muy bueno, se hace muy entretenida y algunas escenas se te quedan grabadas. La historia de amor no es nada empalagosa y es otro punto de interés en la película. Aunque Maguire no transmite mucho, todo sea dicho.

Es el ejemplo de que una película de superhéroes no tiene que ser seria ni solemne para ser épica. No es que las de Nolan no me gustasen, todo lo contrario, pero es no quiere decir que sea la única forma correcta de abordar este tipo de cine. Un superhéroe viene de un cómic, punto. Guste o no guste, sea más o menos «cool».

Le he plantado un diez a esta maravilla sólo por el buen cuerpo que me ha dejado. Bueno, por eso, y porque nos dice, sin paños calientes, que los objetivos que nos solemos marcar en la vida no valen una mierda. No si por el camino tienes que renunciar a todo lo que vale la pena o a lo que realmente te apetece hacer.

No me olvido de los constructos sociales que quedan hundidos en la miseria, totalmente acordes a los tiempos que corren. No deja de ser increíble que una película que se estrenó hace más de cincuenta años siga tan de actualidad. El bueno de Billy sabía lo que se hacía.

Antes de ver esta saga, formaba parte de esa gente que se muestra escéptica ante el cine de mafiosos, ante el cine clásico, o quizá ante su posición magnificada como película. Vale, es cierto que hay mucho snob propenso a idealizar estas películas sin siquiera disfrutar de ellas o entenderlas, o incluso en el peor de los casos, sin verlas. Pero eso es totalmente ajeno a la película (o saga, ya que para mí son un todo) en sí, que es, sin dudas, la mejor que he visto o al menos la que más me ha transmitido de este medio. Y que fue la que me sirvió para aprender que, a veces, lo que está en un pedestal es porque merece estarlo.

Incluso para los que tenemos conocimientos un pelín limitados en cuanto a técnica de filmación, es una película que es tan perfecta que es disfrutable hasta para los menos sibaritas. Su punto fuerte son los personajes, es cuanto menos insólito que, siendo todos unos criminales y asesinos sin escrúpulos, consigas comprender en todo momento sus sentimientos y te identifiques con ellos. Incluso llegas a admirarles: la elegancia y buen corazón de Don Vito, la astucia y serenidad de Tom Hagen, el poderoso e implacable Michael, el desvalido y desdichado Fredo, el mamonazo de Sonny... y así podría seguir. Son personajes que no dejan indiferente a nadie y que te marcan. Una de las cosas que más me gustan es que los matices de su personalidad se transmiten de forma muy sutil, y que incluso después de varios visionados sigues percibiendo cosas que no viste la vez anterior.

Pero no se queda ahí la cosa, no es lo que te cuentan sino también cómo te lo cuentan. La ambientación es perfecta, la Nueva York de los años 40/50, esos paisajes y villas de Sicilia, sin olvidarnos de la recreación de la revolución cubana o el Lago Tahoe de la segunda parte. Y todo acompañado de la banda sonora de Nino Rota, con algunas piezas que son ya míticas.

Mencionar que el acto final de las tres películas es de lo mejor que he visto, y la mejor manera de culminar la película en sus respectivos casos. Incluso la tercera, que siendo la más floja, cierra de la mejor manera la saga, a mi modo de ver. Y respecto al final de las dos primeras, no creo que haya mucho que añadir, forman parte de la historia del cine.

En eso se quedo la segunda de Transformers, última de la saga que he visto puesto que consideré que de ahí en adelante sería más de lo mismo.

Si bien la primera me pareció correcta, entretenida y fiel a lo que prometía, esta segunda me pareció soberanamente aburrida. Le doy el aprobado porque al fin y al cabo la gente que quiere ver "robots que se pegan" tendría que salir satisfecha, ya que es lo que ofrece la película, sin más.