Otra película protagonizada por animales reales dirigida por Annaud.
Si "El oso" supuso todo un reto en su momento, al estar protagonizada por un oso real, que acabó especializándose en el cine y aparición en numerosas películas, la posterior "Dos hermanos" ya contaba con apoyo digital para su realización.
Tanto ésta última como la que nos ocupa son entretenidas, pero no pasan de ahí en lo argumental, aunque contengan un par de escenas muy bien realizadas.
En el caso de "El último lobo" la escena nocturna de estampida de animales por la estepa iluminada con los faros verdes que llevan los jinetes es la mejor de todo el metraje, que adolece del espíritu del cine de aventuras para que suponga un grado más de entretenimiento.

Ken Loach tuvo unos años 90 gloriosos, con títulos inolvidables con una profunda carga ideológica y política que comparto. El devenir de los años le hizo caer en una especie de deja-vu en el que sus películas no gozaban de frescura. Por suerte "La parte de los ángeles" me lo devolvió.

Él anunció que esta película sería su última producción. Con ella se despide, y no creo que sea ni una mala película ni una película destacable. Se deja ver, el argumento es interesante, pero no tiene ni la frescura ni la profundidad de sus buenas obras. Está algo impostada, un poco fría y algo aburrida, pero para nada una mala película. El guión es original, las interpretaciones son correctas y la banda sonora vale la pena.

Una pena que un tema que puede tener mucho recorrido pero que se ha utilizado muy poco hasta ahora en el cine español como es el del terrorismo de ETA sirva de excusa argumental de una película tan mediocre.
Trama simple, mal ejecutada y peor interpretada.
El prólogo es correcto pero lo que le sigue no hay por donde pillarlo. Algunos momentos de risa involuntaria.
José Coronado tendrá que leerse mejor los guiones si no quiere caer en la repetición constante de clichés a los que se está sometiendo.

Curiosamente he visto la primera parte después de ver la segunda y reconozco que me ha gustado más la secuela.
Comedia americana con el conocido mal gusto que tienen últimamente. Lo que hace años era sofisticado y elegante se ha convertido en chabacano y desagradable.
Contiene algunos buenos diálogos y alguna situación verdaderamente divertida. Ver a Kevin Spacey como un jefe que podría ser una prolongación de su John Doe de "Seven" tiene gracia. Los tres payasos protagonistas también tienen alguna salida buena, pero los roles secundarios, y sobretodo Jenniver Aniston,y Colin Farrell salido del casting de "Torrente" no tienen desperdicio por lo falto de gracia, llegando a resultar incluso penoso.

¿Pero qué es esto? Me preguntaba a mitad de su película. Ahora un drama histórico con una contundencia inusitada, después de presenciar durante más de una hora una cursilada sobre la glorificación de la literatura del incontestable maestro Charles Dickens. No, señor Adamson, esto ahora no cuela. O sea, que me tengo que poner a llorar como un descosido si no quiero que se me tache de insensible sin alma.
Pues desgraciadamente la inmensa mayoría del público parece haberme acompañado en la indiferencia que ha provocado su nueva obra..