Under the skin es una película rara, negarlo es absurdo. Pero su director Jonathan Glazer no pretende otra cosa. Se basa en un libro del que por lo visto solo escoge referencias y construye un relato singular y personal sobre la belleza, la apariencia, el instinto de supervivencia y los sentimientos. ¿Qué ocurriría si una extraterrestre eligiera la fisionomía de Scarlett Johansson para su subsistencia en la tierra? Como lo haría? Daría para una de esas comedias sin gracia tan del gusto yanqui pero se convierte en un drama existencial que explora la posición de la mujer y su rol social y sexual desde un punto de vista poco convencional, nada evidente y sin embargo inteligente y reflexivo.
Una película que le da a las imágenes toda su substancia, casi ignora los diálogos o los convierte en algo complementario y describe un panorama emocional desde la frialdad. La misma que siente su protagonista en el papel de intrusa de sí misma.
Una música ambiental que nos mantiene alerta, el buen trabajo de Scarlett y la curiosidad que produce una película no estrenada en España desde 2013 (supongo que por falta de confianza en el producto final) son algunas de las razones que puedo esgrimir para recomendarla. No esperéis explicaciones. Las tenéis vosotros. Afortunadamente la cabeza está aun para algo.