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Voto de kiss_army:
7
21 de octubre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para que quede claro antes de escribir nada sobre la película: aborrezco profundamente el gafapastismo en todas sus concepciones. Pero aun aborrezco más a los lumbreras que catalogan a alguien de gafapasta por valorar positivamente una película que ellos consideran que forma parte del apasionante mundo del gafapastismo, presuponiendo que uno expresa esta valoración exclusivamente para dárselas de intelectualmente superior y de entendido. ¿En serio?; ¿escribiendo y puntuando en una página en la que publican cientos de personas anónimamente?; ¿con qué objetivo? Si me dices que escribes para "El país" o con tu nombre real lo puedo entender, los pedantones vacuos abundan así que no niego su existencia. ¿Pero bajo un nick que no significa nada qué es lo que tienes que demostrar?; ¿y ante quien?; ¿ante otros cientos de nicks?; ¿me voy a sentir mejor conmigo mismo alabando una película que no me gusta nada? Valiente gilipollez. Estos genios vienen a ser los mismos que te acusan de lo mismo si no te gusta "Machete", "Spartacus" o mierdas semejantes con distinto nombre. Y la mierda me parece un género cinematográfico muy digno, que conste. Lo que resulta irrisorio es el afán por descatalogar al que tiene gustos distintos y no querer entender que haya gente capaz de disfrutar con lo que ellos no han disfrutado, y pretender que semejantes gustos sólo pueden ser mentira, una pantomima para que uno se sienta como si la tuviese más larga. Dicho esto, a mi Kiarostami me la trae al pairo cuando le doy al play, lo mismo que cualquier director, sea éste debutante o un clásico intocable: lo importante es la película, no el legado de su creador. Si tu película es una mierda lo seguirá siendo te llames Kiarostami, Pepe Pérez o Jesucristo. Y viceversa. De hecho lo que he visto de Kiarostami me ha parecido interesante, pero nada memorable y a ratos bastante coñazo. Personalmente pongo por encima a otros directores iranís. Y ahora que me he despachado a gusto intentaré explicar por qué sí me ha gustado la película.
El tema del que se parte me parece muy interesante por más manido que pueda estar: ¿puede una copia superar al original?; ¿es mejor una buena copia que un mal original? No se llega a ninguna conclusión, por supuesto, pero sí mueve a la reflexión. Y tras la reflexión llega la opinión. Y ya se sabe que las opiniones son como los culos: todo el mundo tiene uno.
(Sigue en spoiler)
El tema del que se parte me parece muy interesante por más manido que pueda estar: ¿puede una copia superar al original?; ¿es mejor una buena copia que un mal original? No se llega a ninguna conclusión, por supuesto, pero sí mueve a la reflexión. Y tras la reflexión llega la opinión. Y ya se sabe que las opiniones son como los culos: todo el mundo tiene uno.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Nosotros no estamos viendo a Juliette Binoche reir, llorar, coquetear, maquillarse delante del espejo etcétera. Estamos viendo una copia de ella, inmortalizada por la cámara, modificada por la iluminación, condicionada por las órdenes del director, por las indicaciones del guión. Eso es el cine, eso es el arte, eso es la interpretación: copiar la realidad, pero jamás alcanzar a imitarla. Ahí es cuando entra el espectador, y éste decide si la copia supera o no al original, si la ficción mejoró la realidad o la empeoró. Porque es el punto de vista el que decide. Según quien lo mire la fuente de Marcel Duchamp o las latas de sopa Campbell de Warhol son arte o no lo son. Cuando los personajes de Binoche y Shimell, que aparentemente acaban de conocerse, se transforman en una hastiada pareja tras 15 años de matrimonio se abren las posibilidades. Si el personaje interpretado por Binoche es una copia de la propia Binoche, ésta misma copia acaba de transformarse en una copia modificada del personaje primigenio. ¿O era quizá ese personaje una copia del segundo, casado y también cansado? (yo no lo creo). Puede que simplemente se estén limitando a ver al otro como una copia de lo que ya tuvieron en otra persona y a tratarlo como tal según un acuerdo tácito. Quién sabe.
Volveré a ver la película y quizá no me quede nada claro de este galimatías, pero volveré a reflexionar sobre ello, me recrearé en la inmensa interpretación de Juliette Binoche (¿se puede estar mejor?), en los diálogos más o menos acertados con el debutante y más que correcto (no es nada fácil dar la réplica a la Binoche) William Shimell, o intuyendo el hermoso entorno de la Toscana que apenas sirve como marco, pues el espectador, como los personajes, ha de centrarse en éstos, y no en lo que les rodea. Y me seguirán interesando sus reflexiones, y sus reacciones, y la nueva interpretación que le pueda dar al conjunto al finalizar y el magnetismo de sus imágenes (frase gafapastil donde las haya). Y seguiré sin entender por qué se supone que se trata de un remake.
No sé si he comprendido algo o no, no me veo capaz de recomendarla porque entiendo que a mucha gente le provocará rechazo su planteamiento; pero no me voy a sentir culpable por haberla disfrutado. Rodar una película basada casi íntegramente en los diálogos no es fácil, y se corre el riesgo de que el espectador se aburra mortalmente, pero conociendo los antecedentes de Kiarostami no creo que piense en el entretenimiento del público a la hora de rodar. Y a mi, aunque por momentos amenace con llegar el tedio, no me ha llegado a aburrir en ningún momento. Cómo habría de hacerlo teniendo enfrente a Juliette Binoche fotografiada de manera magistral. O a su copia. Que ésta sea mejor o peor que el original ya depende de tu punto de vista.
Volveré a ver la película y quizá no me quede nada claro de este galimatías, pero volveré a reflexionar sobre ello, me recrearé en la inmensa interpretación de Juliette Binoche (¿se puede estar mejor?), en los diálogos más o menos acertados con el debutante y más que correcto (no es nada fácil dar la réplica a la Binoche) William Shimell, o intuyendo el hermoso entorno de la Toscana que apenas sirve como marco, pues el espectador, como los personajes, ha de centrarse en éstos, y no en lo que les rodea. Y me seguirán interesando sus reflexiones, y sus reacciones, y la nueva interpretación que le pueda dar al conjunto al finalizar y el magnetismo de sus imágenes (frase gafapastil donde las haya). Y seguiré sin entender por qué se supone que se trata de un remake.
No sé si he comprendido algo o no, no me veo capaz de recomendarla porque entiendo que a mucha gente le provocará rechazo su planteamiento; pero no me voy a sentir culpable por haberla disfrutado. Rodar una película basada casi íntegramente en los diálogos no es fácil, y se corre el riesgo de que el espectador se aburra mortalmente, pero conociendo los antecedentes de Kiarostami no creo que piense en el entretenimiento del público a la hora de rodar. Y a mi, aunque por momentos amenace con llegar el tedio, no me ha llegado a aburrir en ningún momento. Cómo habría de hacerlo teniendo enfrente a Juliette Binoche fotografiada de manera magistral. O a su copia. Que ésta sea mejor o peor que el original ya depende de tu punto de vista.