Ir al cine pensando que vas a ver una película más, y que en los primeros diez minutos te des cuenta de que no, que no es de las corrientes, que esta va a molar, va a molar y mucho.

Denis Villeneuve a convertido una historia común de narcotráfico, el FBI y México... en algo más, algo mucho más real, mostrandono desde el primer momento con magníficos planos aéreos donde se desarrolla la trama, una trama que fluye lentamente, que no pesada (no confundamos) y no se hace larga. Conversaciones banales que son necesarias, recorridos en coche que normalmente duran escasos minutos, aquí junto a una perfecta banda sonora de sube y bajas te mantiene en constante vilo, haciendote pasajero de ese trayecto y en alerta de lo que sucede a tu alrededor.

Duro largometraje donde muestra lo cotidiano de una ciudad, en lo que lo normal allí, aquí sería noticia durante unas semanas, como el asomarte por la ventana y encontrar algún cuerpo decapitado en el puente de turno, o hacer del manejo de drogas y armas lo normal entre una puesta de sol y otra. Con dosis de violencia moderada, la hacen una película oscura y de suspense, donde se cuestiona la ética, pero si es necesario te pego un tiro sin reproche alguno y cada uno se toma la ley según su interes sin ser cuestionado.

Emily Blunt, la mujer del momento, se ha ganado con creces su posición actual, y ha estado a la altura en un reparto masculino encabezado por Benicio del Toro (tan brillante como siempre) junto a Josh Brolin, forman un trío de personajes que aunque míticos (la novata que busca el protocolo, el tipo oscuro y desconocido, el chulo que lo quiere todo y no te da explicaciones de nada) estás tan bien desarrollados que los hacen inmejorables, creibles y emocionales.

Thriller de narcos y polis sin ley que te mantiene en suspense desde el primer momento y te retrata una lejana y terrible realidad.