Película que adapta el primer libro del autor Stieg Larsson. Un libro que abre la trilogía de la saga Millennium, y que se convirtió en un fenómeno por todo el mundo, haciendo que en su momento se supiera ya de antemano que no se tardaría en adaptar al cine.
Sin haberme leído los libros, debo decir que el director sueco Niels Arden Oplev realiza una brillante película presentándonos unos personajes marginados por la sociedad que se unen para intentar averiguar un asesinato que se cometió en los años 60, y que sigue atormentando a un empresario millonario. Este empresario sospecha que el asesinato fue cometido por alguien de su familia. Una familia llena de seres odiosos y nada aconsejables.
Los personajes se introducirán en un mundo donde el oscuro pasado de la familia saldrá a luz, y ciertos miembros de ella no estarán dispuestos.
La historia está llevada con un ritmo pausado pero en ningún momento pesado. Todo va paso a paso, introduciéndote poco a poco y conociendo a unos personajes que son capaces de hacer cualquier cosa con tal de ocultar su realidad.
Esta primera entrega de la trilogía funciona muy bien y se disfruta enormemente. Aparte del magnífico guión, hay que reconocer que las interpretaciones de sus protagonistas también aportan mucho. Los dos realizan un gran trabajo y forman una pareja bastante atípica, pero que encaja sorprendentemente. Ellos serán los encargados de hacer ese viaje al pasado para intentar solucionar un futuro bastante incierto.
En fin, película muy recomendable que finaliza con deseos de seguir viendo la continuación. Uno disfruta con prácticamente todo, y se queda hipnotizado gracias a esa tenue fotografía que presenta unos paisajes suecos idílicos, en donde un periodista y una hacker intentarán sobrevivir a lo que se les avecina.