"El crisol" está basada en la formidable obra de Arthur Miller con nombre "Las brujas de Salem". Una obra de teatro fantástica que ya ha ocupado su lugar en la historia de la literatura.
En este caso, Nicholas Hytner es el encargado de dar la adaptación de la obra al cine. Su trabajo es muy bueno, y nos regala una historia que engancha desde el principio.
Nos narra la historia de una jóvenes que realizan un conjuro para enamorar a unos chicos. Pero ese conjuro que se lo toman como un simple juego, se convierte en una auténtica pesadilla. Ya que las acusan de brujería, y en esa época la condena era la muerte.
La historia te adentra en un pueblo que poco a poco se va derrumbando debido a unas acusaciones falseadas y creadas por unas jóvenes, que únicamente buscan su salvación. Ese planteamiento de mentiras, esconde una historia de amor y celos que es la base de toda la trama. Una trama que lleva al límite a unos personajes que sufren luchas internas para decidir si hacer lo correcto o lo que les dicta su corazón. Un corazón dividido entre las leyes que marca el hombre y las que marca la iglesia.
Cuatro grandes actores son los encargados de llevar el peso de la historia. Por un lado tenemos al maravilloso Daniel Day-Lewis que da una lección magistral de interpretación. Joan Allen es la encargada de interpretar a la mujer de Day-Lewis; y su trabajo es tan impecable que le valió la nominación al Oscar. El triángulo lo finaliza Winona Ryder, que en mi opinión realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera. Por último, el maravilloso Paul Scofield que vuelve a demostrar el enorme talento que tiene gracias a su gran experiencia.
En fin, nos encontramos ante una película que no decepcionará en ningún momento. Una película que nos adentra a la época en que los primeros colonos se afincaban en los Estados Unidos, y donde la religión tenía un peso importante, y no era ecuánime para dictar donde está el bien y donde el mal. Y por consiguiente, los errores que cometían costaban vidas de inocentes.