El gran director Mike Nichols se mete de lleno en la trastienda de la política estadounidense, para presentarnos una trama que tiene ciertos puntos de conexión con el caso de Bill Clinton.
Y es que la historia nos presenta a un hombre que aspira a ser presidente de los Estados Unidos, y que tiene una gran conexión con el pueblo, debido a que se ve un hombre normal y que entiende el día a día de las personas. Eso hace que vaya subiendo puestos como la espuma, y su familia y gente del partido empiecen a ver muy cerca la Casa Blanca. Pero su ascenso se encuentra lleno de situaciones donde peligra el futuro político, pero tanto el partido como la mujer del aspirante intentarán ocultarlas. Aunque un supuesto número de infidelidades y un embarazo; harán que la mentira y los tapujos crezcan en el partido.
La película resulta bastante entretenida e interesante, haciendo que uno disfrute con la trama que narra sobre ficción ciertos puntos que tienen algo de realidad en la política de cualquier país.
Y es que la película convence manejando bien momentos divertidos, con otros de intriga y dramáticos de política; y produciendo que uno se enganche.
No obstante, sí que tengo que decir que el film resulta un poco largo. Creo que la historia se alarga demasiado en algunos momentos, y eso hace que decaiga un poco el interés en lo que se está viendo. No es algo muy común, pero sí que esas escenas que no consiguen brillar con tanta fuerza lo que producen es que al final uno desconecte en algunos casos de los que se está viendo.
El director Mike Nichols vuelve a utilizar su gran ojo para hacer una crítica de la sociedad estadounidense. Es cierto que su cine no es una crítica incisiva ya que resulta normalmente sutil; pero este no es el caso; ya que destapa la cara oculta de los partidos políticos.
Interpretativamente la película también funciona bien. John Travolta, Emma Thompson, Billy Bob Thornton, Kathy Bates o Adrian Lester son algunos de los actores que se pueden ver en esta película. Sus trabajos resultan buenos y convencen en cada uno de los personajes que realizan.
En fin, "Primary Colors" es un film político que consigue convencer y es interesante para verlo alguna vez. Aun así, es cierto que podría brillar un poco más debido a que la trama se alarga en algunos momentos demasiado, lo que produce que se desinfle en algunos aspectos.