No es la primera vez (básicamente en Hollywood) que dos estudios realizan films sobre un mismo tema o personaje al mismo tiempo. Esto provoca una carrera por ver quién estrena primero, sabedores de que el segundo lleva las de perder en taquilla y probablemente deba esperar aún finalizada varios meses hasta que disminuya el tirón de la primera si lo ha tenido. Probablemente Toby Jones (al que también vemos en "The painted veil") sea una de esas víctimas porque su interpretación de Capote tal vez sea más lograda que la de Hoffman. Mala suerte porque el Oscar ya se lo han llevado Toby. Douglas McGrath no es un director del que inicialmente se espere mucho, sus 3 películas anteriores no pasarán a la historia precisamente. Ahora bien si resulta que este señor anda cerca de Woody Allen, actuó para él y coescribió esa maravilla de "Balas sobre Broadway" con él, ya tiene un crédito. Y con toda seguridad gracias a "Infamous" en el futuro le prestaremos más atención. El film cabalga entre la existencia superficial, de chismorreos y fiestas de Capote y el dramatismo del tramo final (sin duda la parte más lograda). La historia es de sobras conocida y la lista de actores célebres muy grande (si bien Paltrow o Rossellini apenas llegan a tener dos o tres minutos) y aunque la esencia de la historia, o lo que yo entiendo por su esencia, el choque de lo atroz y real en la desinteresada vida de Capote no alcanze todo el esplendor que cabría esperar, la película mantiene una fuerza que se desprende sobre todo en esos 30 minutos finales en los que lo de menos son los chismorreos, esa vanalidad de quién engaña a quién y Capote con su exitoso libro en la mano se despide de su anterior vida, de su creatividad y entra de lleno en el fracaso.