... y gracias a ellas se ha podido elaborar esta película. Debe ser que el mensaje un tanto explícito que transmite gustó a los encargados de asignarlas.
Todo es tramposo, comenzando por el título, que nos retrotrae a la primera película de la saga, con unos actores excepcionales (Kara Errejalde, está superior) y un tierno Dani Rovira.
Aquí los actores intentan defender como pueden un guión ad-hoc para blanqueamiento de la imagen del pais vecino y para ridiculizar a los que la cuestionan.
No es una película navideña. Ni siquiera para la noche de fin de año, en la que los que nos quedamos en casa nos tragamos cualquier cosa.