Haz click aquí para copiar la URL
Voto de John Dunbar:
9
Serie de TV. Drama. Thriller Serie de TV (2014-2021). 5 temporadas. 58 episodios. Los protagonistas forman el clan de los Savastano, que impone su ley en Secondigliano. El temible "capo", don Pietro Savastano (Cerlino) está casado con la implacable Imma (Maria Pia Calzone) y tiene un hijo de 20 años, Gennaro (Esposito), pero es demasiado joven y débil para suceder a su padre. Su mano derecha es el inteligente y ambicioso Ciro di Marzio (D`Amore), y su gran rival en ... [+]
21 de julio de 2022
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me planteo si lo es o tan solo se le acerca. Evidentemente, desde el enorme catálogo posible, se trata solo de una pequeña licencia adoptada por un servidor ausente de una visualización más completa para ofrecer una respuesta digna a su totalidad, no conociendo todas y cuantas series se llevan producidas en el viejo continente. Y es que desde el clan Savastano y allegados, protagonistas de este traje a la europea sobre los devenires de la mafia, en este caso napolitana, tienen alguno de los atributos esenciales que envuelven en una especie de mitomanía psicopática este tipo de crónicas, siempre tan crudas por el realismo que encierran detrás y tan suculentas para el buen aficionado, a salvo de esos mundos clandestinos, por convertir en populares las aberraciones, corruptelas y demás filias ilegales de los clanes mafiosos.

La serie parte del estudio y seguimiento exhaustivo durante años, a riesgo de su integridad física, del periodista y escritor Roberto Saviano autor de la novela homónima, siendo un golpe de autoridad sobre cómo hacer una serie igual de contundente que de complaciente en suelo europeo sobre el acercamiento a la camorra.
No obstante, mis primeros contactos con ella me han producido extrañeza, un leve y comprensible rechazo superado tras unos cuantos episodios en que el cerebro se adapta, desdibujando algo que ha venido siendo una marca y sugiriendo sensaciones diferentes, otra forma de ver y hacer ver a lo que, desde el otro lado del charco, se nos tiene acostumbrados. Ese diseño que suele oscilar entre lo glamuroso y lo obsceno pierde la primera parte de esa habitual condición y nos da un retrato más tosco, desde el viejo rol aceptado como indispensable de que el mafioso italiano por ser italiano ha de vestir bien. La realidad dictamina que la fachada, como el lenguaje, se acercan más a la exposición de 'Gomorra' que a la de Scorsese, Coppola o de Palma, como referentes más próximos. Surgen de sus entrañas más niñatos que adultos para alimentar la camorra, alejando la elegancia de un buen traje y dejando paso a un estilo más chabacano, más juvenil, a la par que los viejos Cadillacs son sustituidos por motocicletas ligeras que comienzan a desfilar con agilidad por la calles de Secondigliano, el barrio napolitano testigo de los desmanes y acciones fuera de la ley que la camorra acomete a diario.

'Gomorra' gira siempre en torno al clan Savastano, familia de cuño postizo para esta recreación veraz, que explora de un modo adictivo las guerras entre bandas por el control de los barrios, las traiciones, la captación de los más jóvenes (el cómo y el porqué de esta cuestión están especialmente bien descritos en la novela, algo que no deja de ser un recurso tan necesario como cualquier otro para la sostenibilidad del clan) o la demostración de hasta dónde llegan a nivel político sus poderosos tentáculos. Se arranca con el patriarca Pietro Savastano, 'Don Pietro', con el 'Don' de la jerarquía siempre por delante, recio y temido, pero las tramas se anticipan a la realidad o, sencillamente, la retratan y, como un viejo lobo, el teórico reposo sobre sus hombros engaña con prontitud para que éste vaya perdiendo en el desarrollo fuerza en detrimento de su hijo Gennaro y de Ciro Di Marzio, su amigo y mano derecha del 'boss', apelativo que entra en funcionamiento de manera habitual para dar a conocer a quien ostenta el mando, algo que también en la novela es mencionado con frecuencia.
Sobre estos dos personajes vale la pena pararse, ellos son los que delimitan con sus diversas distancias y acercamientos la intensidad y los fines perseguidos. El odio y la amistad entre ambos determinan que también en estos ámbitos se han de cumplir ciclos, aunque es Gennaro, Genny o Genná según la proximidad, quien muestra un profuso cambio hecho a marchas forzadas; un comienzo tembloroso en donde descubre quién creía ser y quién es realmente y rápido el modus vivendi esperado aparece para hacer de él una transformación en macho alfa que no abandonará hasta el final.

Confieso que al principio le costó atraerme y me planteé continuar con su visionado. No fue hasta el episodio cuatro, tampoco demasiado tarde, donde situaciones drásticas proporcionan la sorpresa y, de paso, un perfil inédito, rompiendo con el escenario presumido para dar pequeñas insinuaciones de que el juego no ha hecho más que comenzar. Por otra parte, la decisión de cerrar cada capítulo con la música del grupo electrónico Mokadelic también se destaca como un acierto, que incentiva y actúa como epílogo. Unas notas que forjan empatía general con el argumento y más mi simpatía por él desde el recuerdo.
Escribiendo esto a falta de cerrar con una quinta y definitiva temporada sobre la que me cuestiono su necesidad y que veremos a ver cómo engarza, le digo: estoy encantado de haberte conocido.
John Dunbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow