Con este título como divisa de la Serie, Alguien tiene que morir es una buena idea pero mal acabada. Mal acabada no por defectuosa sino más bien por la mal documentada en algunas escenas que intentan ofrecer a una sociedad Franquista..., pura y dura que se ensañó con los vencidos hasta 1978 en que algunas leyes empezaron a suavizarse, no ha eliminarse, al menos hasta hoy 2020. Los escenarios del Tiro Pichón son demasiado elegantes para la época, incluso pretenden buscar alguna pátina británica, que no tendrá nunca.. nunca fue así con los Franquistas, es imposible. Y así...,también con el trato entre personal de servicio criados, mozos, lacayos etc..., en esa época la violencia era el método de comunicarse con los perdedores e inferiores de casta: "de aquellos barros nos vienes estos lodos..". El guion en el primer capítulo (el mejor) presenta un escenario atractivo a pesar de que es un tema recurrente, la trama se inicia con buena metodología para mantenerte pillado como espectador, el segundo capítulo flaquea, apunta a que sea un capítulo de transición hacía un tercero que decepciona, la prisa por vestir al moribundo evoluciona hacía un final decepcionante. La miniserie se sostiene por Héctor Alterio y Carmen Maura, ¡que vamos a descubrir!, el resto tiene el mismo problema de cualquier película o serie española: la incomprensible falta de dicción de los actores jóvenes.., es insoportable!, por favor, comparen la dicción de Carmen Maura y la del resto, con esto tendrán bastante. En fin, regocijarse con la mala leche de Carmen Maura no es meritorio, últimamente no precisa sobreactuar.., ni actuar si quiera.., pero en el cine actuar como uno es, es la credibilidad del personaje..., de eso va el cine y de eso Maura es Doctora Honoris Causa.