La "Rubia" era una persona real, una chica con una vida fantástica que tuvo la malísima suerte de convertirse en el objetivo de un sádico.
La "Morena" no existe, es el asesino, el sádico, en su propio infierno. Este infierno consta de dos "partes" o "mundos". El de la Morena es el infierno propiamente dicho, que además de ser sucio y terrible esta plagado de "demonios" que le hacen la vida imposible. Pero su condena no acaba ahí, además, la Morena vive martirizada intentando salvar a la próxima victima del asesino. La Rubia que nosotros vemos en la película no es una persona real, es de nuevo el asesino, esa es la otra parte de su condena infernal; vivir una y otra vez los acontecimientos desde el punto de vista del asesino y de la víctima, siendo ambos a la vez. Me he explicado? Asesino=Rubia=Morena.

¿Imaginais un destino peor? El asesino, en la piel de la morena, asiste impotente al atroz asesinato, del que para más inri, él es el responsable, y al mismo tiempo, lo sufre en su piel cómo la víctima.

Para mi, un argumento impecable.