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España España · Barcelona
Voto de JulesVincent:
5
Acción. Drama Un policía debe cumplir la misión de infiltrarse en una banda de motoristas proscritos para llevarlos ante la justicia. Con el tiempo logra ser uno de los miembros de confianza del jefe de la banda... (FILMAFFINITY)
10 de septiembre de 2023
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Brian Bosworth daba el salto del fútbol americano al cine interpretando a un policía de conducta ciertamente violenta pero efectiva, que deberá colarse dentro de una banda criminal haciéndose pasar por uno de sus miembros con tal de que le sea anulada la suspensión de empleo y sueldo que le han atizado por un proceder discutiblemente inapropiado. En otras palabras: "Emplea en mi beneficio propio los mismos modales por los que te suspendo y así esos modales pasarán a convertirse de deleznables en meritorios". Algo bastante acorde a los valores y principios del político en general. Ya solo por eso esta película nunca pasará de moda.

Todos los esfuerzos destinados a su rodaje están principalmente enfocados en crear el ambiente más violento y ordinario posible. Gabardinas y chalecos de cuero, pulseras de chinchetas, collares y pendientes de oro, vaqueros rotos y llenos de lamparones, barbas descuidadas de tres meses en adelante, peludos pechos al aire, sudorosos sobacos, greñas repletas de tinte y faltas de champú, mucha moto, mucho tubo de escape, polvo, tierra, contaminación y asfalto para que nos parezca estar viviendo el apocalipsis de la educación y la civilización a golpe de navaja, metralleta, bomba y eructo cervecero.

Los diálogos gozan de la particularidad de contener entre un 30 y un 40% de improperios e insultos varios en sus frases y oraciones, para deleite del oído de alguien que esté hasta el mismísimo prepucio de todo. Tal es la dosis de palabras malsonantes que en muchas escenas se nos escapará la risa por tal nivel de ingenio empleado en su utilización. Seamos sinceros, a todos nos suena bien escuchar o decir un buen taco en un momento determinado, así que gozaremos viendo esto un día en el que nos sintamos como una olla a presión.

Las peleas están al nivel del barriobajerismo demandado. Así pues, veremos bares malolientes llenos de meretrices y rijosos y borrachos camioneros donde el arma blanca y el puñetazo serán los dueños del guión. La amenaza y su cumplimiento estarán a la orden del día y no podrá faltar la sed de venganza infinita y las dosis ingentes de muertos por doquier.

Pocas películas verás que visualmente quieran caer tan bajo y solo lo consigan a medias. A pesar de que todo lo ocurrido en el Capitolio es un disparate sin pies ni cabeza y la historia corre de aquí para allá como un pollo decapitado, el espectador se entretiene viendo el desmadre colectivo. Los papeles de Lance Henriksen y Willian Forsythe contribuyen a que el resultado no sea tan malo como otras auténticas bazofias del género y su estética ochentera con olor a estantería de videoclub mantiene cierto atractivo.

En resumen: Si quieres algo soez, muy maleducado, violento y que te enseñe alguna que otra teta y culo y que te haga sentir que estás sudando a 45 grados al sol mientras hace dos semanas que no encuentras ni el champú ni el desodorante, esta es tu película.
JulesVincent
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