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Voto de antonio lopez herraiz:
9
Ciencia ficción. Acción Un peligroso asesino llamado Simon Phoenix es congelado en una cárcel criógena. Años después despierta en una ciudad sin ley y con una sociedad llena de criminales, donde nadie puede evitar que cometa sus acciones favoritas. Solo Spartan, el policía que lo detuvo en 1996, y congelado por un crimen que no cometió, puede acabar con él... (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sly necesitaba un pelotazo, y lo necesitaba con urgencia tras caerse de morros varias veces desde que finiquitase las primeras etapas de John Rambo y Rocky Balboa, y el balonazo le vino de rebote (para concretar, el del rechazo de Steven Seagal y Jean Claude Van Damme, porque ninguno quería ser el villano) en forma de icónica, futurista, testosterónica y no tan involuntariamente divertida refriega entre dos mostrencos rabiosos y descongelados como palitos de cangrejo Sylvester Stallone y Wesley Snipes escalando en su emergente ascenso a estrella del cine de acción. Y no, diga lo que diga Carlton Banks, Snipes no interpretaba a Macaulay Culkin.
Al despertar, Spartan formará equipo (y algo más, máquina de simulación mediante) con la joven policía del 2032 Sandra Bullock, obsesionada -como no pocos adolescentes de 2024- con el cine y la cultura pop de los 90 (sobre todo alguna que otra peli de Joel Silver, que para eso paga y estrena colaboración con Sly).
Como distopia futurista, muy superficialmente inspirada por la novela 'Un Mundo Feliz' de Aldoux Huxley, cabría que matizasemos, 31 años después, si a 'Demolition Man', todavía ambientada en nuestro futuro cercano, se la podría seguir colgando la etiqueta distópica o futurista de una sociedad puritana y retraída en la que se preserva escrupulosamente el orden y la moral, castigando a todo el que se salga de la línea trazada por las normas usando palabras malsonantes o mostrando conductas inapropiadas u ofensivas. Esto, además de revelador de lo que estaba por llegar, es caldo de cultivo para que Sylvester sea el rey de la comedia que siempre habría gustado de ser en oportunidades previas y peor aprovechadas que ésta en la que, a diferencia de aquellas, la brutalidad y la violencia sí son parejas a la eficacia de los gags... repito, distópicos.
Un casi debutante Rob Schneider se foguea siendo él mismo junto a Sly -no sería la última vez- y Benjamin Bratt toca un palo más tontaina que el que acostumbra junto a Sandra Bullock -tampoco sería la última ocasión-.
En fin. Stallone y Snipes dándose leches a través del tiempo, enseñando el cimbel y haciendonoslo pasar a lo grande en una década propicia para la diversión, cuando nos tomábamos a cachondeo ese futuro inquisitorial y buenista que nos pinta en su primera película el videoartista (lo del cine no funcionó, con algo hay que seguir ganándose las lentejas) Marco Brambilla.
Un clásico del cine de acción noventero... y "distópico". La mejor comedia de Sylvester Stallone. Una de las mejores comedias de Sandra Bullock. También sería la mejor de Jack Black si al menos le hubiesen dado una frase cada vez que aparece en algún plano al lado de Dennis Leary.
¡Propicios días, ciudadanos!
antonio lopez herraiz
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