Desconocía esta película hasta que vi The Host, cuando me dio por buscar quien fue el responsable de aquella película tan peculiar y rara. Comprobé las buenas críticas que había recibido por parte de presna y público y su elevada puntuación y me dispuse a verla como un thriller coreano de los buenos. Esperé un Oldboy, un A Bittersweet Life, un I saw the Devil o cualquier otro de esos thrillers que te dejan boquiabierto, y qué equivocado estaba.

Memories of Murder es uno de los thrillers más puros que he visto. Realmente acabas sin saber de qué iba la película exactamente, y eso que no es ninguna locura asiática como tantas veces hemos visto. Memories of Murder no es rara, pero tiene tantas tramas que no eres capaz de diferenciar la principal de todo lo demás. Para unos, la película de Bong Joon-ho es una recreación de la situación de corea por aquella época, para otros, una especie de denuncia hacia la brutalidad policial, y para otros, la historia atípica de un asesino en serie.

El hecho de que todo quede sensiblemente inconcluso es lo que hace que Memories of Murder sea una recomendable cinta. Tanto es así que hasta los épicos minutos finales no sentía que estaba disfrutando de la película. Memories og Murder te deja con ese extraño poso que no se te va en días y que no sabes ni identificar, deja una huella dentro de ti y te sientes de alguna manera mal por dentro, y llegar tan al fondo se consigue muy difícilmente.

Song Kang-Ho está de sobresaliente. Su nivel interpretativo es tan bueno que es capaz de parecer un personaje secundario cómico en una película tan seria como realmente es Memories of Murder. Su búsqueda incansable del asesino junto a sus compañeros pueblerinos y al enviado de la capital es un punto fuerte, pero lo es mucho más la relación entre los policías y cómo los unos se van envenenando con los otros hasta llegar a un punto en el que no existen diferencias entre ellos y pasan el caso al terreno personal, siendo una necesidad el encontrar al asesino que un oficio.

Realmente, fue la parte final la que hizo que me acabara gustando la película. No por lo que sucede, si no por cómo sucede. Son unos pocos minutos de seriedad máxima donde te das cuenta de que has visto una gran película, por encima del tono cómico que hay en el resto de la cinta. Debido a que el resto de la película me pareció un poco más simple y que solo me encantó el final tampoco puedo decir que Memories of Murder sea para mi una obra maestra, pero desde luego lo considero uno de los ejemplos más puros de thriller que me vienen a la mente.

Song Kang-Ho brillante, por si no ha quedado claro.