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Voto de Federico Sánchez:
8
Drama En la década de los 60, tres amigos de caracteres contrapuestos viven su juventud plenamente, ocupando el tiempo en sus dos actividades favoritas: el surf y salir con chicas. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos años, en 2014, se publicaba la novela traducida al español, escrita por los propios guionistas, el director John Milius, que en la década de los 70 viviría su periodo de gloria, y el surfer y músico Dennis Aaaberg. El resultado es una compilación del anecdotario, recuerdos -centrado en la juventud- e idiosincrasia de sus escritores.
Milius, pieza crucial del New Hollywood, después arrinconado, cuando no vilipendiado o caricaturizado (tildado de Mussolini de la Costa Oeste, metaforizado por su afición a las armas, etc), director entonces de filmes de acción de la relevancia de "Dillinger" y "El viento y el león", luego de "Conan, el bárbaro", "Adiós al rey" y la serie "Roma", era entonces un guionista de prestigio que había crecido académicamente con Lucas y Spìelberg, autor del legendario libreto de "Apocalypse Now" de Coppola, donde se incluye -no por casualidad- una célebre secuencia de surf en medio del horror.
'Big Wednesday' es un relato muy personal por parte de sus autores, una reflexión sobre el paso del tiempo, el tránsito a la vida adulta, a través de tres amigos (William Katt, Jan-Michael Vincent y Gary Busey) de personalidades bien distintas, todos surfers en California, entre los primeros años 60 y los 70 (la gran ola final ocurre en 1974, el relato comienza en 1962), lo que permite hacer más compleja la trama con el añadido de la época, el trasfondo potente de la guerra de Vietnam, los reclutamientos o todo el movimiento contracultural. El surf es algo más que contexto, una clave: estamos ante la película más importante e influyente jamás hecha sobre el tema. Sus secuencias de riesgo, especialmente todo el tramo final, están realizadas con enorme destreza, la relación con el mar y las diferentes estaciones son motor, elemento aglutinador de la historia. Ejecutada con pasión, devoción y conocimiento, remedando o sobrevolando con nuevos matices sobre el superficial o casi siempre trivial cine de playa que se había ofrecido en la década de los 60 (aquellos musicales con Annette Funicello y Frankie Avalon...), donde el surf no tenía la dimensión de fascinación (cierto es, casi infantil) que posee en esta película, ya que el mito, la épica y las metáforas se apoderan del relato.
Hay nostalgia, romanticismo, camaradería, respeto y aprecio por los personajes retratados, gusto por lo clásico y hasta un explícito homenaje a "Grupo salvaje", el renovador western de Sam Peckinpah, en esa tendencia de Milius a evocar mundos masculinos -y ver aquí a su trío protagonista es contemplar una de las esencias incalculables de Hollywood, o cómo el éxito pasa de repente por delante de tu puerta y puede no volver jamás- es contemplar marcados por la fuerza, la energía y la amistad.
Una producción de Warner que no tuvo el éxito esperado (coincide en cartel con la sintomática "Fiebre del sábado noche", estertores de regreso al convencionalismo luego de unos años 70 golosos y sabrosos), aunque el tiempo la convierte en título de culto. Milius renuncia a la música surf pese al ofrecimiento de The Beach Boys, e introduce una banda sonora sinfónica, con los trazos grandiosos que aporta Basil Poledouris. No es desdeñable para los aficionados a este deporte recordar la aparición de una figura legendaria, el hawaiano Gerry López, artífice de la revolución de las tablas cortas.
Federico Sánchez
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