Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Ryder2011:
9
Drama. Intriga Un joven (Ryan Gosling) empieza a trabajar como jefe de prensa de un prometedor candidato (George Clooney) que se presenta a las elecciones primarias del Partido Demócrata. Durante la campaña tendrá la oportunidad de comprobar hasta qué extremos se puede llegar con tal de alcanzar el éxito político. Adaptación cinematográfica de la obra teatral "Farragut North" de Beau Willimon. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escribo estas líneas pocos minutos después de ver los créditos finales, aún bajo los efectos de la película. No he podido despegarme ni un solo instante. Desde la primera escena ya prometía ser algo especial. Las armas se despliegan en pocos minutos en formación cerrada, brillante y fría: fotografía, sonido, guión, actores… Todo en unos instantes y en un salón de actos vacío. Faltaba saber si la historia valía la pena.
He leído en algunas críticas que la brillantez formal no está acompañada de profundidad. No puedo estar de acuerdo. He devorado cine político durante años, y he visto pocas cosas como los “Idus de marzo”. Hasta el título resulta perfecto cuando cae el telón. Es un desafío tratar de medirse con lo que pasó en los idus de marzo del año 44 a. C. El fin de César y de la república romana es el proceso político más y mejor analizado de la historia. Para mi gusto, Shakespeare brilló como nunca en su “Julio César” (donde alaba a los asesinos) Al otro lado de la trinchera, Dante colocó en el centro de su infierno a Bruto, torturado como traidor por el mismo Lucifer. No sé de quién es el mérito de la historia. No he leído la obra de teatro original y no sé lo que ha añadido Clooney. Quizá el producto final, como pasa a veces en el cine, es mejor que los originales; una de esas raras mezclas afortunadas que mejoran con el paso de los años. Los “Idus de marzo” es una tragedia. La debilidad humana y el afán de poder se abren paso hasta exterminar el alma de los personajes y el desastre acaba siendo inevitable. Pero lo que te deja helado es que el desastre no es ningún apocalipsis, es el sistema mismo. Podría haber sucedido ayer. Aquí. Entre nosotros. Y no lo sabríamos. Pero lo habría podrido todo.
Ryder2011
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow