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Voto de earendel:
9
5,1
44.532
Ciencia ficción. Intriga. Terror
En unos minutos, en las principales ciudades de Estados Unidos, se producen unas extrañas y escalofriantes muertes que escapan a toda explicación. Elliot Moore (Wahlberg), un profesor de ciencias de Filadelfia, intentando eludir este misterioso y letal fenómeno, se dirige a Pensilvania con su mujer (Deschanel), su amigo Julian (Leguizamo) y la hija de este; sin embargo, pronto queda de manifiesto que ningún lugar es seguro. Pero, de ... [+]
29 de julio de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No escondo que me encanta todo lo que viene de Shyamalan.
A primera vista puede parecer que se trata de cine de miedo o de catástrofe. Esa es la forma que el director le ha dado a la película. Pero esta pelícucla es una película de terror en un sentido mucho más profundo.
¿De qué va en realidad esta película? Comienza con un suceso espeluznante y que ocurre masivamente. Y también comienza en un instituto, dónde un profesor de ciencias explica a los alumnos un acontecimiento sobe las abejas en Norteamérica (desaparición masiva de las mismas) e intenta que sus alumnos respondan cuál pueda ser la causa. En todo momento el desarrollo de la trama (la explicación científica de lo ocurrido) se realiza en perfecta consistencia sin dejar las continuas incongruencias humanas que son tan propias en cualquier hombre. En buena medida creo que la película discurre paralela a "La Investigación" de Stanislaw Lem. Creo que es una obra mayor de Shyamalan.
A primera vista puede parecer que se trata de cine de miedo o de catástrofe. Esa es la forma que el director le ha dado a la película. Pero esta pelícucla es una película de terror en un sentido mucho más profundo.
¿De qué va en realidad esta película? Comienza con un suceso espeluznante y que ocurre masivamente. Y también comienza en un instituto, dónde un profesor de ciencias explica a los alumnos un acontecimiento sobe las abejas en Norteamérica (desaparición masiva de las mismas) e intenta que sus alumnos respondan cuál pueda ser la causa. En todo momento el desarrollo de la trama (la explicación científica de lo ocurrido) se realiza en perfecta consistencia sin dejar las continuas incongruencias humanas que son tan propias en cualquier hombre. En buena medida creo que la película discurre paralela a "La Investigación" de Stanislaw Lem. Creo que es una obra mayor de Shyamalan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Veamos sencillamente el argumento. Los hombres mueren por suicidio inducido de alguna extraña manera. Y ocurre de manera masiva. El profesor de ciencias del instituto cuenta un hecho fortuito todavía no resuelto por los científicos, la desaparición de las abejas en Norteamérica, (al igual que el incidente ocurre en Nueva Jersey y sólo allí). Un alumno poco interesado en la clase (del que menos cabía esperar una buena respuesta), dice que "es un hecho de la naturaleza que no podemos explicar". Y aquí se abren los temas de Shyamalan. ¿Es todo cognoscible? Los hombes intentamos continuamente decir y pensar que sí. Podemos decir que no se puede conocer si son las abejas poque no nos toca a nosotros. Pero el hombre siempre intenta conocer. Por ejemplo para estar a salvo del incidente. La primera explicación es que se trata de un acto terrorista. Al poco se ve que no puede ser eso. Hay muchas hipótesis, pero ninguna tiene demasiada verosimilitud. Todos (sin saber que sea verdad) dan por hecho que es un ataque de algún tipo. Así que se dispersan, huyen de las aglomeraciones. Así, por principio, el incidente lógicamente ha ocurrido en grandes aglomeraciones urbanas. Como han huido ahora el ataque es "más selectivo", hasta llegar a las personas individuales. Es evidente que se trata de una punto de vista antrópico del hecho. El hecho ataca indistintamente a todos, pero como la mayoría de la gente está primero en las cicudades, después en los pueblos, después en las carreteras, después en grupos pequeños aislados, y finalmente solos, dan la explicación que les permite correr, huir, como si el incidente fuera realmente un ataque, y así es más fácil sobrellevar el incidente.
Durante toda la película se muestra interés por la estadística, y se explica que este tipo de incidentes suelen moverse por una ley estadística que termina de forma abrupta (exactamente igual que en la investigación de Lem). La virtualidad de la estadística es que no explica en sí misma nada, sino que solo cuenta (de numerar) hechos. La estadística también nos acerca a un cierto dominio (subjetivo) de la situación. Así que la película termina magistralmente (sino fuese por el toque final que bien podría borrarse) en la explicación de un científico en la tele que dice: este es una acto de la naturaleza que nunca podremos explicar, y da de nuevo la ley estadística que ya se ha mencionado. Lo genial es que justo después de decir que no tiene explicación alguna empieza a decir qué es lo cree él. Wittgenstein al menos calló durante 10 años después su sentencia final del Tractatus: De lo que no se puede hablar hay que callar. Es la necesidad que tenemos de poder explicar lo que pasa para sentirnos mejor, para sentir que dominamos nuestro entorno.
Durante toda la película se muestra interés por la estadística, y se explica que este tipo de incidentes suelen moverse por una ley estadística que termina de forma abrupta (exactamente igual que en la investigación de Lem). La virtualidad de la estadística es que no explica en sí misma nada, sino que solo cuenta (de numerar) hechos. La estadística también nos acerca a un cierto dominio (subjetivo) de la situación. Así que la película termina magistralmente (sino fuese por el toque final que bien podría borrarse) en la explicación de un científico en la tele que dice: este es una acto de la naturaleza que nunca podremos explicar, y da de nuevo la ley estadística que ya se ha mencionado. Lo genial es que justo después de decir que no tiene explicación alguna empieza a decir qué es lo cree él. Wittgenstein al menos calló durante 10 años después su sentencia final del Tractatus: De lo que no se puede hablar hay que callar. Es la necesidad que tenemos de poder explicar lo que pasa para sentirnos mejor, para sentir que dominamos nuestro entorno.