Se trata del martirio de 16 monjas carmelitas durante la revolución francesa. Hoy beatificadas por la Iglesia. Un tema como es el del martirio por la fe, quizás deba ser tratado de otra forma. Quizás requiera una introspección mayor en cada una de las monjas. Sólo en algunos momentos, el rostro de Alida Valli muestra este carácter dramático. Hay incluso momentos burlescos, como cuando llaman a subir a la guillotina a la hermana sorda. En definitiva, esa angustia interior, esa lucha entre si tiene o no sentido dar la vida por la fe, está mejor expresada en la película "De dioses y hombres". Pero se trata de dos formas distintas y épocas distintas del cine para expresar esa angustia, ese silencio de Dios. Por breves momentos, los caracteres burlescos de esta película (recordemos el comisario revolucionario, que recuerda a un personaje burlesco de Dickens) recuerdan más a una "quasi" comedia religiosa, como "el hombre que no quería ser santo", que a una película sobre el martirio. Datos que están detrás de la película: La revolución francesa guillotinó entre 1789 y 1794 a 17.000 personas, cifras oficiales (sin contar los ajusticiados por otros métodos). Entre esos 17.000 sólo el 6% pertenecía a la nobleza y el 8% al clero, el resto fueron intelectuales (no nobles ni curas), campesinos o pequeños burgueses La Inquisición española entre 1478 y 1834 ajustició a 3.000 personas; cifras oficiales. Hoy la revolución francesa está elevada a los altares y la Inquisición española es el coco con el que se asusta a los niños. Ver esta película puede ayudar a reflexionar, al menos un poco, sobre el terror de la revolución francesa.