A varios de mis amigos les encanta Demolition Man, y en parte los entiendo porque han crecido viéndola y eso marca de por vida. Además, se puede decir que es una filme disfrutable. Como es obvio, lo que voy a hacer es hablar desde mi punto de vista, y por tanto diré algunas cosas que probablemente si mis amigos las leyeran me matarían. Suena realmente exagerado, pero no hay nada como una pizca de humor para calmar el ambiente. A ello que voy, el comienzo de la cinta me parece lo mejor, ¿por qué? porque nos presenta de un modo genial a los personajes más importantes, los cuales son el protagonista y el villano. Vemos como se crea una interesante rivalidad que por supuesto no ha hecho más que empezar. La acción palomitera funciona mediante escenas típicas que ya sabemos que ocurrirán. Sin embargo, la ciencia ficción deja mucho que desear, pues presenta un futuro que a mí por lo menos no me parece nada creíble. Los personajes secundarios dan vergüenza ajena, y no me refiero a Sandra Bullock, ya que la mujer dentro de lo que cabe no lo hace mal. El problema está en papeles como los de Denis Leary, Nigel Hawthorne o el mismísimo Rob Schneider. Este último no debería ni aparecer en la película porque no pinta nada, intenta soltar su característico humor y no le sale bien, todo lo contrario. Siendo sincero, el humor en general sobra en este metraje. Lo que salva el visionado es el constante enfrentamiento entre el bueno y el malo, lo demás es pasable o por debajo de lo que debería.