Parece un homenaje a Lubitsch y tal vez lo sea. Bogdanovich es un estudioso del cine y así no es de extrañar el cameo final de Tarantino. Con momentos francamente divertidos, ciertamente adolece de falta de ritmo. Pero creo que de alguna manera el esfuerzo ha merecido la pena: recupera la comedia clásica de puertas y enredos. Al menos sirve, además de entretener, para recordarnos que hay otro tipo de comedias.

Evidentemente para un director que debutó con películas como "Targets" (dando a Boris Karloff uno de sus grandes papeles), "La última película" o "¿Qué me pasa doctor?", puede parecer poco. Pero tras años alejados del cine, pienso que es meritoria y que transmite su amor por el cine intemporal. Excelente el elenco de actores. Una película que he visto por casualidad, al ver casi sin poderlo creer que era de Bogdanovich, y que me ha hecho pasar un buen rato y, esto es lo mejor, reírme en varias ocasiones. La recomiendo.