Sin embargo, parece imposible que eso suceda casi hasta el final. Cuando Susie entra en el cuerpo de Ruth, todos pensamos que es para contarle al guapísimo de Ray que su cadáver está en la caja fuerte del asesino antes de que la prueba final contra él sea destruida pero, sorprendente aunque gratamente, sólo quería sentir un beso de su gran amor al que nunca pudo probar. Al final el asesino muere, aunque no gracias a la justicia humana, tristemente, sino por un accidente casual o provocado por Susie desde el cielo o el limbo con esa estalactita que le empuja al vacío. La forma ingenua en que Susie cae en su trampa me deja estupefacto, aún no entiendo que cayera tan fácilmente en una trampa tan obvia y terrorífica. Que la madre salga huyendo dejando a sus dos hijos traumatizados tampoco lo comprendo. El personaje de Susan Sarandon sobra un poco en la película. Y el policía es un poco corto si no encuentra pruebas contra el asesino con tantas cosas obvias ante sus ojos.

Las dos escenas más brutales y conmovedoras de la película son:

1. La escena en la que van apareciendo todas las niñas y adolescentes a las que el pederasta violó y asesinó, y todas juntas se reencuentran con una música muy conocida y emotiva en una imagen paradisiaca donde todas sonríen de nuevo y agradecen a Susie que vengara sus muertes, ahí no pude contenerme y rompí a llorar sin parar durante un buen rato.

2. La escena tensa y aterradora de la hermana de Susie desde el instante en que decide entrar a la casa del vecino pederasta asesino hasta que logra escapar por un pelo de él y alcanzar su casa, me deja con el corazón latiendo a mil por hora y se merece un aplauso.

Enorme película no apta para corazones sensibles o padres con niños pequeños ya que les hará obsesionarse con hombres cercanos a sus hijos. Una película para volver a amar el cine y odiar un poco más al ser humano si cabe, aunque sabemos que existen personas buenas en el mundo aunque sean cada vez menos.