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Voto de David Mudarra:
5
Intriga. Ciencia ficción. Drama. Thriller Varias mujeres desaparecen en una población rural de Virginia. Un sacerdote que tiene "visiones" manda a la policía a un lugar, donde hallan una serie de fosas con cuerpos humanos congelados; todo parece indicar que se trata de un experimento secreto que puede tener relación con las mujeres desaparecidas. Vuelven los agentes del FBI Mulder y Scully, protagonistas de una de las series más populares de la historia de la televisión. ... [+]
20 de mayo de 2013
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“Expediente X” fue una de esas series de culto que se convirtió en una de las míticas de la televisión. Y que además siempre permanecerá en la memoria de muchos de los que como un servidor nos convertimos en fieles seguidores de la misma desde su primer capítulo allá por septiembre de 1993 y hasta ese capítulo final, que nos supo a poco, que en mayo de 2002 la daba por terminada dejándonos con ganas de más. Seguro que no hay mucha gente que desconozca su argumento o personajes principales pero aún así lo voy a recordar.
La historia (cuyo autor era Chris Carter) gira entorno a las investigaciones del FBI sobre lo extraño y paranormal llevadas a cabo por los agentes Fox Mulder y Dana Scully. Mulder vive obsesionado por demostrar la existencia de vida extraterrestre debido a su firme creencia de que su hermana pequeña Samantha había sido abducida por aliens cuando ambos eran niños. Mientras Scully, es una brillante científica y médica forense cuya misión era la de buscar una explicación lógica y racional a cada uno de los casos con el fin de descartar el factor paranormal y de paso desacreditar el trabajo de Mulder (el cual, no les caía nada bien a los capos del FBI que pensaban que estaba medio loco y que además era un toca pelotas con el tema de los extraterrestres). Pero según pasa el tiempo y se suceden los casos, la relación de los dos agentes va a cambiar y volverse cada vez más sólida y cercana, lo que da a lugar por ejemplo a que a Scully se le dificulte cada vez el cumplir con su papel de escéptica, en parte, por la admiración que le causa la pasión con la que Mulder realiza su trabajo y, sobre todo, por que en la mayoría de los casos, las explicaciones lógicas o científicas se le hacen casi imposibles (y además porque se gustan en secreto, no me digan que no es romántico).
Con el tiempo, y guiados por la obsesión casi paranoica de Mulder comienzan a descubrir indicios de lo que parece ser una gran conspiración global involucrando a las más altas esferas políticas gubernamentales con sociedades secretas y con planes de dominación extraterrestre. Esto los convierte en una verdadera molestia para los poderosos involucrados volviéndolos el blanco de todo tipo de ataques, difamaciones y desacreditaciones.
Así marchaba la serie cuando, debido a su enorme popularidad, llega su primera y muy esperada incursión en pantalla grande allá por el año 1998 (“The X Files: Fight the future”) un muy buen capítulo extendido que sirvió tanto para dar respuesta a algunas de las cosas que se venían viendo como para sembrar las bases de aquella trama principal que se desarrollaría en los próximos cuatro años que desembocaría en el de la historia y final de la serie.
Desde entonces y hasta el estreno del filme que nos ocupa han pasado seis años. Y también para nuestros dos protagonistas han pasado los años. Actualmente ya ninguno de los dos es agente del FBI. Mulder vive recluido en una casa de las afueras, convertido casi en un ermitaño. Continua coleccionando recortes de casos extraños. Mientras, Scully se dedica de lleno a su vocación por la medicina trabajando para un centro religioso de asistencia médica, donde se ocupa de un niño que esta a punto de fallecer por una enfermedad mortal y muy rara. Sus vidas van trascurriendo hasta que un día, debido a una serie de misteriosas desapariciones entre las que se encuentra una agente, la Agencia vuelve a solicitar sus servicios sobre todo por la experiencia de Mulder en resolver casos extraños ya que las únicas pistas que tienen provienen de las visiones de un sacerdote (el cual, años atrás había abusado de 37 menores por lo que su credibilidad andaba por los suelos y en el barrio no era muy bien visto). De esta forma, nuestros agentes Mulder y Scully deberán comenzar una incesante búsqueda contrarreloj de la agente desaparecida, en la que cada uno deberá lidiar con sus propias creencias y valores, enfrentándose con los cambios acontecidos en sus vidas, los fantasmas del pasado y con un caso que además pondrá definitivamente a prueba su relación.
Podía haber muchas formas de enfocar el retorno de los dos agentes y los fans de la serie esperábamos un regreso más a lo grande. Sin embargo, Chris Carter (creador de la serie y director de este filme) ha optado por una historia a pequeña escala. Estamos ante un thriller que tiene mucho más normal que de paranormal. Da la sensación de que estemos viendo un guión descartado y adaptado para la ocasión de un capítulo de relleno de la serie que había sobrado por ahí. Y es que para mi, es más un capítulo homenaje a los dos personajes que otra cosa.
Con David Duchovny he tenido una sensación rara. Una vez que me he acostumbrado a verlo con su cigarrillo y rodeado de mujeres en la serie “Californication” se me hizo difícil volver a encasillarlo como el agente Mulder. Al menos su relación con Scully en este filme es más directa y satisfactoria para el espectador. Con Gillian Anderson (Dana Scully) mantiene intacta esa química que se creaba en la pantalla cuando actuaban juntos. En esta ocasión les acompañan Amanda Peet (como la agente Dakota Whitney), Billy Connolly (como el Padre Joe) y Alvin “Xzibit” Joiner (como el agente Drummy).
David Mudarra
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