Que nadie busque respuestas a la existencia humana, o el significado de la vida, o los secretos del universo. Hostias, tiros, explosiones, tías buenas y chulería extrema. Acción pura y dura de los 80 y 90. Me lo he pasado como un perro lamiéndose las pelotas. En más de una ocasión me obligó a saltar en el sofá para jalear como un espectador de “pressing catch”. Incluso aparecen actores de nivel como William Forsythe y Lance Henriksen.

Una escena de acción tras otra, sin tregua, de aquella maravillosa época en la que las escenas de acción eran de verdad, sintiendo el calor del fuego en el rostro. Unas idas de olla que ponen los pelos de punta por su nivel de frikismo. El ritmo no decae en ningún momento, manteniendo la atención al máximo y siendo altamente disfrutable. No se le puede pedir nada más, es gamberra, es cachonda, es brutal.