Es una historia completísima de amor, respeto, celos, paciencia, corrupción, progreso, etc. Las interpretaciones son geniales, aunque de sobremanera destaca la de los dos monstruos, Pitt y Hopkins, sobre todo éste último, que realiza dos papeles diferentes en el film, y ambos los borda. Me ha llegado a emocionar varias partes de la peli y en absoluto se me ha hecho pesado para nada.

La fotografía, que es por lo que se llevó el oscar, es alucinantemente buena, una salvaje naturaleza, incluida las escenas de los osos, de los caballos, etc, y las imágenes de la guerra, con esos disparos.