Los años 80 fueron los de la eclosión de las películas de acción de Arnold y Sylvester. Los 90 cambió la cosa, ya que el público empezaba a demandar otro tipo de productos y nuestros héroes musculados tendrían cada vez menos éxito.

En esta película futurista Stallone hace lo de siempre, pero hay algunos factores que aumentan el interés de la misma, en particular el representar una sociedad en la que se han eliminado todas las cosas buenas pero insanas (o supuestamente insanas) del siglo XX, tales como la comida basura, el contacto físico, el sexo, las palabrotas y sólo pueden tener hijos los que hayan recibido "la licencia". En alguno de estos aspectos coincide con la novela "Un mundo perfecto" de Aldous Huxley, lo que le da interés a la película.

Stallone y Snipes están bien en sus papeles, pero no tanto Sandra Bullock, que no parece creerse el papel en absoluto.