Desde luego, la gran tapada, la gran sorpresa y para mí, el mejor estreno del 2016. Palabras mayores. Creyentes, gentes con fe en Dios, en la Iglesia Católica, en la infalibilidad del Papa y en la pureza del Vaticano, absténganse si no quieren pasar un mal rato, mientras Paolo Sorrentino les arroja a la cara toda la suciedad, la mierda y la podredumbre del estamento clerical.

Para empezar, destacar el sobresaliente reparto internacional, encabezado por un mayestático Jude Law como el ficticio y excéntrico Pío XIII. Arranca la serie en los días previos a que salga al balcón del Vaticano a dar su primer discurso a las masas. Diane Keaton, es Sor María, la monja que recogió al huérfano Leny Belardo antes de convertirse en Pío XIII y lo crió, junto al ahora misionero, Andrew (Scott Shepard) también huérfano. Nuestro español Javier Cámara es el Cardenal Gutiérez, James Cromwell, el Cardenal Spencer, el mentor de Lenny y el hombre que creía que iba a ser elegido Papa, y ahora sentirá que su pupilo lo ha traicionado. Silvio Orlando el Cardenal Voiello. secretario de estado del Vaticano, y villano de la serie, un Cardenal que encarna todos los males que arrastra la Iglesia desde hace siglos: opulencia e inmovilismo. Aún así la serie se permite darnos un villano no todo oscuridad, sino con muchos matices grises, porque en la vida no todo es blanco y negro. Fue él, quien aupó a Lenny al papado creyendo que era un hombre débil que podría manejar en la sombra. Gran error

Una serie magnética y provocadora, que derrocha humor ácido en cada fotograma y en cada frase de guión. Cuidada hasta el más mínimo detalle para escarnio de la iglesia y de quienes aún conserva la fe en Cristo. No se puede esperar otra cosa del divertidísmo personaje Pío XIII. Un Papa que realmente es un apóstata, con escasísima o nula fe en la existencia de Dios. Cuyas excentricidades van desde desayunar coca cola Zero, light no, porque como él mismo dice "Evitemos las herejías, el conformismo es la muerte en vida" fumar en el palacio papal, hasta soñar con imaginarse desde el Balcón del Vaticano, pidiendo a los fieles que acepten el fin del celibato, los anticonceptivos, el aborto y la eutanasia.
Eso sin olvidarnos del cardenal Voiello y sus fantasías sexuales contemplando una escultura rupestre, o a Sor María durmiendo con una camisa donde pone "I am a Virgen"

Un ambicioso retrato de la corrupción, las zancadillas, las conspiraciones y las luchas de clanes por el poder en el Vaticano, sin olvidarnos de la pederastia en la iglesia. No se puede esperar otra cosa del gran cineasta Paolo Sorrentino, porque en cada momento la serie recuerda lo mejor de su cine. ¿Podrá Pío XIII modernizar la iglesia? ¿Lograran los cardenales pararle los pies? ¿Encontrará Lenny la fe? Para todas esas preguntas habrá respuesta, mientras tanto a reír y disfrutar de este joven y provocador Papa que nos regala la HBO, en su mejor estreno de los últimos años.