Muy buena química entre ambos. Ese detalle me ha sorprendido, si no es por ellos en pantalla reconozco que no habría visto hasta el final la película. Para empezar le sobre metraje por todos lados, le falta regularidad y le falta mala leche al presentar las diferencias generacionales entre ambos protagonistas.
Que vale, que antes él trabajaba de jefe de ventas en una editorial de páginas amarillas y ella es la joven y dinámica dueña de una empresa de venta por Internet de ropa de moda. Pero la empresa que nos presentan es tan aséptica, tan idealizada, con masajista incluida, que nunca te lo terminas de creer.
Que nos muestran a una dueña de empresa, madre de una niña, y que su marido ejerza el papel de amo de casa, cuidando de la hija, no deja de ser un triste y patético guiño al feminismo del siglo XXI, y que por desgracia cada vez vemos más a menudo en el cine. Venga o no a cuento... sigo en spoiler