Gigi de Vincente Minnelli, es un musical romántico basado en el Paris del año 1900. Dirigida con un ritmo dinámico, y con un colorido maravilloso, impecable y espléndido, es digna de la gran producción que es, llena de detalles de lujo y ostentación. Pero aunque está bien llevada a cabo por el musical, carece de gancho y pasión, centrándose más en las canciones que en la trama en sí, y por lo tanto algo cargante por momentos.
La fotografía en color, está llena de detalles, tanto en los estupendos interiores como en los exteriores, y es llamativa y colorista, además de luminosa y armoniosa por mostrar con acierto el Paris de principios del siglo XX. Y la música, acompaña de principio a fin la cinta como el musical que es, cantando y narrando lo que ocurre a los protagonistas, siendo por momento bello y espléndido, aunque a la larga algo tedioso y empalagoso.
Las actuaciones, son fascinantes y cautivadoras en cuanto a simpatía y energía se refiere. Con Lesley Caron encantadora y clamorosa en un papel oportuno, Maurice Chevalier genuino y brillante en una remarcable labor musical llena de alegría, y Louis Jourdan seductor y adecuado aunque sin deslumbrar con ella. Todos con vestuarios y caracterizaciones elegantes y distinguidos, y totalmente sugerentes al lugar y época en cuestión, al igual que los soberbios decorados, en una reluciente dirección artística digna ganadora del oscar.
El guion, que es en gran parte un musical que acompaña y narra la trama con canciones, es en ocasiones algo soporífero, y aunque por momentos es agradable y enérgico, desde luego carece de pasión e interés por la trama en sí, la cual transcurre sin mucho enfoque a la historia, sino más por el entretenimiento musical de los protagonistas. Empleando para ello, una narrativa educada, lírica y con ritma, y clásica e impecable.
Por último, cabe resaltar unos movimientos de cámara y planos estéticamente armoniosos en un gran trabajo. Pero en definitiva, la considero una obra que, aunque tiene un gran trabajo técnico e imaginativo, fotográfico, dirección, narrativa y música, carece de gancho y un mayor entretenimiento por la trama, más que por el musical en sí. El cual, obtuvo 9 oscars entre ellos mejor película, sin ser una gran obra por encima del musical que es, y desde luego, innecesaria y sobrante dentro de la filmografía selecta del séptimo arte.