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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
4
Drama. Romance Alemania después de la II Guerra Mundial. Michael Berg (David Kross), un chico de quince años, pierde el conocimiento mientras regresa del colegio. Hanna Schmitz (Kate Winslet), una mujer seria y reservada que le dobla la edad, lo recoge y lo lleva a su casa. Entre ambos surge un apasionado y secreto idilio que se ve interrumpido por la misteriosa desaparición de Hanna. Ocho años más tarde, siendo estudiante de Derecho, Michael vuelve a ... [+]
2 de mayo de 2011
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La frase de la portada… lo dice todo: hasta donde llegarías para, ¿proteger un secreto? Ella, como buena alemana, no se depila las axilas. ¿Será el secreto? El practica un acto de iniciación con ella y se convierte en su amante y lector. ¿Será ese el secreto a proteger?
Anthony Minghella y Sydney Pollack produjeron la cinta y ahora los dos en el otro barrio verán como se la han vuelto a colar a la academia por la escuadra: dosis de romance, esta vez más subido de tono, amor de juventud con una barrera infranqueable. La edad, un secreto. Tema nazi y drama carcelario, dos por uno. Vamos, visto para sentencia y 5 nominaciones a los Oscar.

Curiosidad: las escenas de sexo se rodaron una vez que David Kross cumplió los 18. Un acto de moralidad curioso para una cinta en la que únicamente habita la inmoralidad. Moralmente con cierta repugnancia e inverosimilitud: el conflicto del personaje es bastante obvio. Ella hará lo que sea por conservar un secreto (a voces). Lo siento, no me la creo y el personaje de Fiennes me resulta vomitivo: prefiero juzgar a una persona como su propio juez ‘sentenciándola’ por lo que ha hecho. Luego llega la Winslet, otra bocas: como si estuviese pinchando en los tickets del tranvía en Austiwitch o colocando cajas en la fábrica de su prima. Vamos, lo mismo una persona que un objeto. A menos que ella vea a los judíos como meras cosas y cargas de las que deshacerse, utilizándolas antes, claro. Queda, eso sí, el arrepentimiento.

La venden como una estupefaciente historia de amor protagonizada por la misma señora y dos señores. Porque uno es joven (David Kross) y otro no tanto (Ralph Fiennes). La arruga del maquillaje hace el resto para que se gane premios. Holocausto y leer no sé si van por derroteros pero el punto de vista escogido hace que los planteamientos morales hagan odiar y detestar a sus personajes. Eso es bueno a veces. Es bueno cuando el protagonista es un cabronazo como Tony Soprano y nos interesa correr la cortina para ver sus actos inmorales y delictivos. Pero, amigo lector, si lo que nos quieres mostrar es a dos tortolitos y su historia de amor… ¡peligro! Dejen de leer esto si sus mentes incendiarias están exoneradas de la demagogia, de dos películas que quiebran la misma. El romanticismo inicial y la contraposición del tiempo como olvido de un crimen terrible pasado. Odio ese cine que quiere hacer mejores personas a nuestros ojos a unos asesinos y cómplices cuando todos sabemos que nadie cambia. Amoralidad y erotismo entre una asaltacunas nazi (por imposición laboral y falta de lectura) y un futuro abogado del diablo. Eso sí, Michael Berg inventó el audio-libro.
Maldito Bastardo
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