Definitivamente es de lejos la mejor película colombiana realizada hasta la fecha.
Con la actuación de excelentes actores y actrices colombianos (la mayoría) e internacionales y la dirección de Carlos Moreno (Perro come perro, Todos tus muertos), la película nos muestra un tópico muy importante de la cruenta guerra entre carteles de la droga: la deslealtad.
Todo bajo un manto romántico enmarcado por el amor de “Fresita” (Manolo Cardona) por Sofía (Juanita Acosta) indudablemente nos deja como moraleja que “el crimen no paga”.
Paga verla; por algo fue escogida como la película que nos representará en los premios Oscar.
ggb