Hay cientos de familias que, con sus más y sus menos, son felices. Y este guionista se fija en una rara, rara...el hermano mayor se suicida porque no quiere ser campeón de natación. Valiente idiotez.
La hermana es sosa como nadie.
La madre fuma marihuana.
El padre no consigue superar la muerte del hijo.
Y el pequeño de 17 años se pasa media película misterioso hasta que, con un éxtasis, se acuesta con su mejor amigo. Que no era para tanto. Lo malo es que le pega todo el mundo, no se sabe por qué.
¿Cómo puede acabar esto?
No lo cuento, pero ya se ve que la cosa no puede....y hasta ahí puedo escribir.
De todos modos, la película no merece la pena. Unos giros y unos diálogos que dan pena.