Esperaba ver algo violento, pero con sentido, y me encuentro una película bastante mala. Los policías no pueden ser peores, a parte de inútiles van de malos y lo único que logran es parecer malotes mientras que en realidad son unos desfasados surrealistas. Los protagonistas, o dios mío, derrochando una chulería digna de cualquier gallo de discoteca, intentando crear una estética que raras veces consigue.

Como todo, tiene sus partes buenas y sus partes penosas.

Para ver una película gamberra, prefiero ver “Los renegados de diablo” o incluso “Airbag”, aunque sean diferentes.

A mucha gente le parece buena, que por ser francesa, no comercial y cutre hasta las trancas, no quiere decir que sea “una película cojonuda”.