Novena entrega de una saga que ya desde hace mucho tiempo perdió toda razón de existencia. Destacar que aquí ni siquiera lograron convencer al actor principal (Doug Bradley) que interpretó a 'Pinhead' en las ochos anteriores entregas (que tuvo que tener valor), que se hizo todo deprisa y corriendo para que la Weinstein Company (la que mantenía sus derechos en aquellos tiempos), no los perdiera. Analizado todo esto, el exiguo presupuesto y la dudosa credibilidad en la actuación de los actores y actrices, "que se dignan" (con toda la valentía posible, pero también apuntando de manera personal que visto actores con más tablas y credibilidad en las fiestas de mi barrio) en salir en este plástico.
En honor a la verdad, y para aportar algo positivo diré que la trama en si no es mala del todo (incluso resulta interesante en cierto modo). El entremezclar el terror 'slasher' (no era la primera vez) con la vuelta a los orígenes de la historia original y dejando (por fin) el trillado terror psicológico de anteriores trabajos (aunque sea una burda copia de los primeros trabajos), hace subir un poco el nivel del bodrio (sino hubiera sido calificada como "R", no para calificarla como una película donde se debe contar con un mínimo de edad, sino por tener permiso para no tener el riesgo de sufrir ataques epilépticos durante el visionado).
La película se me hace más llevadera que 'Hellseeker' y 'Deader' (aunque parezca mentira), e incluso en algunos momentos más que 'Inferno', eso no me ruboriza en decir en mis conclusiones, que las interpretaciones no me convencen (ni de lejos) sumado que Pinhead y los cenobitas me parezcan una mala burla de lo que fueron en su momento (aún así no empeoran el daño hecho en anteriores entregas). Décima entrega "flojita" tirando a mala.
En conclusión me parece más llevadera y