2- Mick (Fat) y el poli apuntan al capo con la pistola que retiene a la novia de Fat. Y no se les ocurre mejor idea, que tirar la pistola los dos, esperar a que el malo dispare a Fat, y ese, en lo que cae, coge la pistola de la cintura del poli (que está al lado suya), y cayéndose, dispara al malo que suelta a la chica. ¿Vosotros le veis algún sentido? Yo tampoco! ¿No sería más fácil disparar a la cabeza los dos a ese tío?

3- El amigo de Fat que va a enmendar su error, yendo a la mafia con la que trabaja, a exigir el dinero de Fat. Este, que sabe que es más que probable que su amigo no vuelva con vida, deposita sus esperanzas con él, afirmando al poli, que 'no le traicionará, y si lo hace seguirá siendo su amigo'. Da más por seguro que es probable que le traicione un tío medio manco que va a jugarse la vida contra una horda de asesinos sin escrúpulos, cuando no tiene porque hacerlo, que se dé la extrañísima circunstancia de que esos, le reduzcan y le maten (que es lo que casi sucede, pues ha logrado llegar a reunirse con Fat por obra del más puro milagro). Entiendo que el amigo persistiría en ir a recuperar el dinero, y que Fat jamás podría detener ese acto movido por el orgullo y el honor, que es de hecho, lo que sucede, pero el tratamiento general de esa circunstancia es un superior a lo que de momento estoy capaz de asimilar.

En fin, la espectacular traca final viene en la media hora final de la película, y no decepciona. Muy muy intensa y vibrante. Si bien a veces se nota que la peli es del 89, pero no está nada mal. Me hubiera gustado verla con una definición mejor, la fotografía, sin lugar a dudas es su asignatura pendiente.

También hay que considerar que no es cine occidental, y que allí se interpretan las cosas de otra manera que de la que estamos acostumbramos hacerlo aquí.